El gobierno de Panamá desmintió recientemente la declaración del Departamento de Estado de EE. UU., en la que se afirmaba que los buques estadounidenses estarían exentos del pago de peajes para cruzar el Canal de Panamá. Autoridades panameñas aclararon que no existe ningún acuerdo que otorgue este beneficio a las embarcaciones de EE. UU., y reafirmaron que todas las naves, independientemente de su origen, deben cumplir con las tarifas establecidas.
Conflicto diplomático entre Trump y Panamá
La declaración de exención de tarifas fue hecha por funcionarios estadounidenses en el marco de la relación bilateral entre ambos países. Sin embargo, el presidente Donald Trump ha manifestado su desacuerdo con la administración panameña sobre el manejo del canal, insinuando que EE. UU. podría intervenir en caso de que sus intereses comerciales se vean afectados. Esta postura ha generado tensión en las relaciones entre ambos países y ha reavivado el debate sobre la soberanía panameña sobre la vía interoceánica.
Por su parte, el gobierno panameño ha reiterado su compromiso con la administración transparente y eficiente del canal, asegurando que las decisiones sobre su operación se toman de manera soberana. Autoridades locales han enfatizado que la economía del país depende en gran medida de los ingresos generados por el peaje de los barcos que lo transitan.
El papel de China en la administración del canal
Uno de los puntos más controvertidos en este conflicto es la creciente influencia de China en el Canal de Panamá. Empresas chinas han obtenido concesiones clave para la operación de puertos y logística en la región, lo que ha sido visto con recelo por la administración de Trump. Washington teme que la participación china en la infraestructura panameña represente un riesgo para la seguridad de sus intereses en la región y ha manifestado preocupación por el posible impacto en el comercio global.
China, por su parte, ha defendido su participación en la economía panameña como parte de su estrategia de expansión comercial y ha firmado acuerdos con el gobierno panameño para inversiones en diversos sectores. No obstante, la tensión entre EE. UU. y China por el control de rutas estratégicas ha puesto al Canal de Panamá en el centro de un conflicto geopolítico.
Antecedentes: la entrega del canal a Panamá
El Canal de Panamá fue administrado por EE. UU. desde su inauguración en 1914 hasta el 31 de diciembre de 1999, cuando fue entregado oficialmente a Panamá en cumplimiento de los Tratados Torrijos-Carter firmados en 1977. Este acuerdo, negociado entre el entonces presidente panameño Omar Torrijos y el presidente estadounidense Jimmy Carter, estableció un cronograma para la transferencia progresiva del control del canal a manos panameñas.
La entrega del canal fue un hecho histórico para Panamá, que recuperó el control total de una vía de navegación crucial para el comercio mundial. Desde entonces, el país ha implementado diversas mejoras en su infraestructura y ha modernizado sus operaciones para aumentar su capacidad y eficiencia.
Sin embargo, la postura de la administración de Trump ha reabierto viejas discusiones sobre el papel de EE. UU. en la seguridad y operación del canal, lo que podría generar nuevas fricciones en la relación bilateral.
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