El Congreso de Perú declaró este jueves a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, persona non grata por su «inaceptable injerencia en asuntos internos», al otorgar asilo político a la exministra Betssy Chávez. La moción, impulsada por partidos de derecha, obtuvo 63 votos a favor, 34 en contra y dos abstenciones, escalando la crisis diplomática iniciada el lunes con la ruptura de relaciones bilaterales.
Sheinbaum confirmó el asilo el 3 de noviembre, argumentando persecución política contra Chávez, implicada en el fallido autogolpe de Pedro Castillo en diciembre de 2022. «Es un acto humanitario amparado en el derecho internacional», defendió México vía la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). Perú lo ve como interferencia en su justicia.
Chávez, de 35 años, permanece en la embajada mexicana en Lima, procesada por rebelión. La fiscalía pide 25 años de prisión por su rol como jefa de gabinete en el intento de disolución del Congreso. El juicio, iniciado en marzo, continúa en su ausencia; Castillo cumple prisión preventiva desde 2022.
Ruptura diplomática
El lunes, Perú anunció la ruptura de lazos con México, declarando persona non grata a la embajadora Karla Ornelas, quien debe abandonar el país en 72 horas. «Frente a este acto inamistoso», justificó el canciller Hugo de Zela, citando «reiteradas intervenciones» de Sheinbaum y su antecesor, Andrés Manuel López Obrador.
Sheinbaum calificó la medida como «excesiva y desproporcionada», reiterando que el asilo no viola la no intervención. «Solo el Estado asilante califica la persecución», enfatizó en su conferencia del 4 de noviembre. México, socio en la Alianza del Pacífico, propone diálogo para restablecer lazos, pese a la tensión.
Datos de la SRE indican que el comercio bilateral superó los 4 mil millones de dólares en 2024, con exportaciones mexicanas de autos y electrónicos a Perú. Ninguna sanción afecta este flujo, pero la diplomacia se congela.
La familia de Castillo –esposa y dos hijos– vive asilada en México desde 2022. Chávez solicitó refugio tras un allanamiento fallido en su domicilio.
El 7 de diciembre de 2022, Castillo anunció la disolución del Congreso y una Asamblea Constituyente, ante una moción de vacancia por corrupción. Sin apoyo militar, fue destituido por 101 votos y detenido en ruta a la embajada mexicana.
«Castillo fue destituido respetando el Estado de derecho; el asilo es encubrimiento», argumentó la congresista María del Carmen Alva (Acción Popular) durante el debate.
Acusó a Sheinbaum de respaldar a Castillo, como López Obrador en 2023, cuando también fue declarada persona non grata.
Legisladores de izquierda, como Guido Bellido, protestaron: «Actúan selectivamente contra progresistas; ¿dónde está la moción contra Lula por asilar a Nadine Heredia?». El pleno, dominado por la derecha, ignoró la ironía.
En 2025, Perú ha visto tres presidentes interinos; José Jerí, actual, enfrenta protestas por inestabilidad. El asilo a Chávez revive divisiones: encuestas de Ipsos muestran 55% de peruanos apoyando la ruptura con México.
Tensión en la alianza del Pacífico
México, con tradición asiladora –desde León Trotsky a Evo Morales–, invoca la Convención de Caracas de 1954. Perú alega que Chávez enfrenta cargos penales, no políticos. La OEA observa: «El asilo no debe usarse para evadir justicia».
Sheinbaum, en su mañanera, llamó a la calma: «Respetamos la soberanía peruana, pero defendemos derechos humanos». Lula da Silva ofreció mediación, recordando su asilo a Heredia en 2024.
El comercio, motor de la relación, resiste: aguacates peruanos y tequila mexicano fluyen. Pero sin embajadas, consulados operan al límite. Expertos de la CEPAL advierten: la crisis podría costar 500 millones en inversiones perdidas si persiste.
La declaración simbólica no impide viajes de Sheinbaum a Perú, pero complica cumbres regionales. México evalúa reciprocidad, aunque prioriza el diálogo. Chávez, mientras, espera salvoconducto para salir.
También te puede interesar: ICE detiene maestra colombiana en guardería de Chicago




