Más de 3,000 efectivos combaten cinco grandes incendios rurales en Portugal, concentrados en las regiones Norte y Centro, mientras persiste la alerta por altas temperaturas que rondan los 40 grados centígrados en el interior del país. La situación ha llevado al Gobierno a declarar el país en estado de calamidad nacional para facilitar la prevención y el combate de las llamas.
Según la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil (ANEPC), los incendios se registran en los municipios de Trancoso (distrito de Guarda), Sátão (Viseu), Portalegre, Arganil y Lousã (distrito de Coimbra).
Telmo Ferreira, oficial de Operaciones de la ANEPC, reportó un bombero en estado grave por quemaduras en Trancoso, sin riesgo vital, y varios heridos leves entre bomberos y civiles. Aunque no se reportan viviendas afectadas, sí se han dañado pajares y barracas.
En Trancoso, 810 efectivos con 177 vehículos trabajan sin apoyo aéreo debido a la visibilidad limitada. En Sátão están desplegados 839 bomberos con 278 vehículos y cinco medios aéreos; en Arganil, 870 bomberos con 294 vehículos y cinco medios aéreos.
Lousã, 274 efectivos con 79 vehículos y seis medios aéreos protegen la aldea de Cerdeira, cercana a las llamas, mientras que en Portalegre, 260 efectivos con 83 vehículos y un medio aéreo combaten un incendio “casi resuelto”.
Impacto en la población y comunidades locales
Las comunidades locales han sido evacuadas preventivamente en las zonas más cercanas a los incendios activos. Las autoridades han habilitado refugios temporales para garantizar la seguridad de los residentes y coordinar asistencia con alimentos, agua y atención médica.
El apoyo de voluntarios y de la Cruz Roja portuguesa ha sido crucial para atender a los afectados y mantener la calma en las poblaciones cercanas.
Estos cinco incendios, hay 32 fuegos rurales adicionales que movilizan a 700 efectivos más. El Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA) mantiene a ocho de los 18 distritos en nivel naranja, muchos fronterizos con España.
El estado de alerta se mantendrá hasta este domingo, conforme a la declaración del Gobierno de Luís Montenegro, conservador, para garantizar la seguridad y reforzar la respuesta ante posibles nuevos brotes.
Portugal ha solicitado apoyo internacional para combatir los incendios más extensos, con unidades de España y Francia coordinando tareas de vigilancia y despliegue de medios aéreos. Los aviones cisterna y helicópteros especializados están siendo utilizados para sofocar las llamas en áreas de difícil acceso, mientras se prioriza la protección de zonas forestales críticas y reservas naturales.
Declaración de calamidad nacional y consecuencias ambientales
La ministra de Administración Interna, Maria Lúcia Amaral, calificó la situación como una “calamidad nacional” y subrayó la importancia de la coordinación entre autoridades y cuerpos de emergencia para proteger la vida y bienes de los ciudadanos.
Además, se enfatizó el impacto ambiental de los incendios, que han afectado extensas áreas de bosque, fauna silvestre y ecosistemas sensibles, lo que requiere planes de restauración una vez controladas las llamas.
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