El Reino Unido, Canadá y Australia anunciaron este domingo el reconocimiento formal del Estado palestino, en una decisión coordinada que marca un giro histórico en la política occidental hacia Medio Oriente. Los tres gobiernos justificaron la medida como un intento de reavivar la esperanza de una solución de dos Estados. Sin embargo, en Israel la reacción fue de furia, con líderes ultranacionalistas que pidieron la anexión inmediata de Cisjordania.
Canadá abrió la serie de anuncios. Su primer ministro, Mark Carney, comunicó en redes sociales que su país se convertía en el primer miembro del G7 en reconocer a Palestina como Estado soberano. En su mensaje, acusó a Israel de “trabajar metódicamente para evitar la creación de un Estado palestino” y criticó la ofensiva militar en Gaza, que ha dejado decenas de miles de muertos y una hambruna “devastadora y prevenible”.
Poco después, el primer ministro australiano Anthony Albanese confirmó que Australia también reconoce “las aspiraciones legítimas del pueblo palestino a un Estado propio”. Señaló que la apertura de relaciones diplomáticas dependerá de que la Autoridad Palestina cumpla compromisos de reforma.
Finalmente, el primer ministro británico Keir Starmer difundió un video de seis minutos en el que defendió la decisión como parte de “un esfuerzo internacional coordinado para preservar la solución de dos Estados”. Aclaró que el reconocimiento “no es una recompensa para Hamas”, al que calificó como “organización terrorista brutal”.
Choque diplomático y reacción israelí
El anuncio conjunto ocurre en un momento de creciente presión internacional sobre Israel por su campaña en Gaza y la expansión de asentamientos en Cisjordania. Starmer describió la situación humanitaria como “intolerable” y exigió a Israel levantar restricciones al ingreso de ayuda. Reveló que el Reino Unido evacuó a un primer grupo de niños enfermos para recibir tratamiento médico.
Israel respondió con dureza. El Ministerio de Exteriores calificó el reconocimiento como una “recompensa a los terroristas de Hamas”. Dirigentes ultranacionalistas fueron más allá: Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir exigieron anexar Cisjordania de inmediato. “La única respuesta es la soberanía sobre Judea y Samaria y el fin de la absurda idea de un Estado palestino”, dijo Smotrich.
En la Knéset, Ben Gvir anunció que llevará a votación una propuesta para imponer la soberanía israelí en Cisjordania. Netanyahu, por su parte, reiteró que un Estado palestino “pondría en peligro la existencia de Israel” y prometió bloquear cualquier intento en la Asamblea General de la ONU.
Satisfacción palestina y expectativas globales
Del lado palestino, el presidente Mahmud Abbas elogió el reconocimiento como un paso “necesario hacia la paz duradera”. La Autoridad Palestina celebró que tres potencias occidentales rompieran con la práctica de condicionar la soberanía a un acuerdo negociado con Israel. Con esta decisión, más de 140 países miembros de la ONU reconocen ya a Palestina.
Los anuncios se producen en vísperas de la Asamblea General de Naciones Unidas, donde se prevé que Francia y otros países europeos sigan el ejemplo. Netanyahu tiene programado un discurso en la ONU y una reunión bilateral con el presidente de EE. UU., Donald Trump, en la que la presión internacional por la ofensiva en Gaza será inevitable.
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