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    Starmer exige claridad sobre vínculos con Epstein en plena presión sobre Andrés de Inglaterra

    El primer ministro británico, Keir Starmer, endureció su postura pública al pedir que cualquier persona con «información relevante» sobre el caso de Jeffrey Epstein entregue esos datos a las autoridades competentes, una declaración que reavivó la presión sobre Andrés Mountbatten‑Windsor. El hermano del rey Carlos III enfrenta cuestionamientos persistentes por su relación con el empresario estadounidense, condenado por dirigir una red de explotación sexual y hallado muerto en prisión en 2019. Starmer respondió desde Johannesburgo, durante la cumbre del G20, evitando nombrarlo directamente, pero dejando un mensaje claro: nadie debe retener datos que puedan abonar a la verdad en un caso de alto impacto global. Su posicionamiento ocurre en medio de un proceso interno en la Casa Real británica que culminó con la retirada del título de príncipe a Andrés y su expulsión de la residencia que ocupaba en Windsor.

    Presión creciente y un principio de transparencia exigido por Downing Street

    Starmer afirmó que, como regla general, toda persona que posea información vinculada a casos como el de Epstein debe estar dispuesta a compartirla con las autoridades. Subrayó que no comentaría sobre el caso específico de Andrés, aunque su mensaje dejó entrever que no habrá excepciones para figuras públicas o miembros de la realeza. El premier defendió este criterio como un pilar de su postura frente a delitos graves con repercusión internacional.

    El comentario retomó fuerza mediática tras la decisión del rey Carlos III de retirar a Andrés el título de príncipe a principios de noviembre. La Casa Real justificó la medida como necesaria para preservar la integridad de la institución, pues las acusaciones sobre sus vínculos con Epstein nunca dejaron de generar controversia pública, pese a los constantes desmentidos del propio Andrés.

    Las medidas incluyeron también su salida de la mansión que ocupaba en Windsor. Este movimiento confirmó que el Palacio de Buckingham busca marcar distancia con cualquier miembro cuya reputación pueda afectar directamente a la monarquía. La decisión se produjo una semana después de que la familia real iniciara el proceso formal para retirarle títulos, siguiendo la misma línea que Andrés afirmó respaldar al anunciar en octubre que renunciaba al ducado de York.

    Según explicó entonces, las acusaciones en su contra “distraían” del trabajo del rey y del funcionamiento de la institución. Su salida de los actos públicos había comenzado en 2019, tras la ola de señalamientos por su cercanía con Epstein.

    El caso Epstein sigue pesando sobre la realeza británica

    Jeffrey Epstein fue arrestado en julio de 2019 por cargos de abuso sexual y tráfico de menores cometidos durante los primeros años de los 2000. Su red alcanzó a decenas de víctimas y lo conectó, en distintos momentos, con figuras de alto perfil, incluidos líderes políticos y empresarios. El millonario fue hallado muerto en su celda poco después del arresto, lo que dejó abiertas múltiples preguntas que aún alimentan investigaciones y reportajes en varios países.

    Las declaraciones de Starmer muestran que el gobierno británico intenta mantener una postura transparente y firme frente a crímenes que involucran a redes transnacionales. Aunque evitó personalizar su mensaje, el contexto deja claro que la presión sobre Andrés de Inglaterra continuará.

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