El estado de Texas ha propuesto al presidente electo, Donald Trump, la utilización de más de 500 hectáreas en la frontera con México para construir centros de detención destinados a su plan de deportaciones masivas.
Detalles de la oferta texana
El 20 de noviembre de 2024, la comisionada de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, envió una carta a Trump ofreciendo 567 hectáreas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City. Este terreno, adquirido por el estado en octubre, está disponible para establecer instalaciones que faciliten el procesamiento y deportación de migrantes indocumentados.
La oferta se alinea con las promesas de campaña de Trump de implementar la mayor deportación masiva en la historia de Estados Unidos, dirigida a los más de 11 millones de migrantes sin estatus legal en el país. Funcionarios de su futura administración ya están evaluando ubicaciones y contactando a empresas privadas para ampliar la capacidad de detención migratoria.
La propuesta ha generado debate a nivel nacional. Mientras algunos apoyan medidas estrictas contra la inmigración ilegal, otros critican la iniciativa por considerarla inhumana y contraria a los derechos humanos. Organizaciones proinmigrantes han expresado preocupación por el posible aumento de abusos en los centros de detención.
Implicaciones para México
La construcción de estos centros en la frontera sur podría intensificar las tensiones migratorias entre Estados Unidos y México. México podría enfrentar un incremento en la deportación de sus ciudadanos y de migrantes de otras nacionalidades que transitan por su territorio, lo que supondría desafíos adicionales en materia de derechos humanos y asistencia humanitaria.




