El estado de Texas, mayor productor de carne en Estados Unidos, busca reabrir “lo antes posible” la importación de ganado desde México, suspendida parcialmente desde hace casi un año debido a un brote de mosca barrenadora. Sid Miller, encargado del Departamento de Agricultura de Texas, aseguró que existen los controles necesarios para prevenir riesgos, incluyendo cuarentenas y revisiones veterinarias a cargo del USDA.
Impacto económico y dependencia del ganado mexicano
Las importaciones mexicanas promedian más de un millón de cabezas anuales, representando cerca del 60 % de la carne importada en pie y alrededor del 3 % del hato nacional. La mayoría son becerros de engorda destinados a ranchos en Texas, Oklahoma y Nuevo México. Miller advirtió que, si no se reabre pronto la frontera, México podría aprovechar los animales para su propia industria y Estados Unidos perdería ese mercado estratégico.
El secretario de Agricultura mexicano, Julio Berdegué, se reunió con su contraparte estadounidense en Washington para avanzar en la reapertura, aunque aún no se define una fecha concreta. Miller enfatizó que los sistemas de protección frente a contagios ya están establecidos, y destacó la necesidad de reactivar este comercio para mantener la economía agrícola texana y estabilizar el mercado de carne.
Presión sobre precios y consumo interno
Actualmente, la cantidad de ganado en EE. UU. se encuentra en su nivel más bajo en décadas, producto de sequías, costos crecientes y la suspensión de importaciones mexicanas. Esto ha provocado aumentos récord en los precios de la carne: la carne molida promedió 6,12 dólares por libra en junio, un alza de casi 12 % respecto al año anterior, mientras que el bistec subió 8 % hasta 11,49 dólares por libra, según la Oficina de Estadísticas Laborales.
Miller propuso al presidente Donald Trump y a su asesor Stephen Miller un plan para ampliar las tierras de pastoreo, emitir más permisos y ofrecer incentivos fiscales a productores, con el objetivo de contener los costos y evitar que los consumidores sustituyan la carne de res por pollo, cerdo o pescado.
Importaciones alternativas y volatilidad del mercado
Aunque la administración estadounidense ha considerado aumentar las importaciones de carne desde Argentina, Miller calificó esta opción como insuficiente, por su bajo impacto y calidad, mientras que la mera mención de reabrir la frontera a México genera movimientos significativos en el mercado.
La reapertura del comercio de ganado mexicano se perfila así como una medida estratégica tanto para la economía agrícola texana como para la estabilidad de los precios de la carne a nivel nacional.
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