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    Trump intensifica redadas del ICE en Boston con deportaciones masivas y amenaza extender ofensiva migratoria a Chicago y otras ciudades santuario

    Agentes federales de inmigración realizaron redadas en Boston y comunidades cercanas durante el fin de semana, arrestando a decenas de personas en una operación que el gobierno del presidente Donald Trump calificó como parte de una ofensiva nacional contra las llamadas ciudades santuario. La acción, que incluyó la detención de personas acusadas de delitos graves, ocurre en medio de una disputa legal con la ciudad y desató nuevas tensiones políticas.

    Deportaciones bajo la operación “Patriot 2.0”

    El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) informó que la redada, denominada “Patriot 2.0”, siguió a un operativo similar realizado en mayo. Según la agencia, varios de los detenidos enfrentaban acusaciones de agresión sexual, tráfico de drogas y actividades de pandillas, y fueron liberados de cárceles locales pese a las solicitudes federales de retención.

    Las autoridades federales han criticado la política de Boston de no colaborar con el ICE, mientras que funcionarios locales aseguran que estas medidas son una extralimitación y responden a motivaciones políticas. El Departamento de Justicia presentó una demanda contra la ciudad y la alcaldesa Michelle Wu, acusándolos de obstaculizar la aplicación de la ley federal.

    Amenaza de nuevas redadas en Chicago

    Durante el mismo fin de semana, Trump lanzó advertencias contra Chicago, otra ciudad santuario. En Truth Social compartió un meme que evocaba la película Apocalypse Now con la frase: “Me encanta el olor de las deportaciones en la mañana”. Posteriormente, aseguró que Chicago descubrirá pronto por qué su administración cambió el nombre del Departamento de Defensa al “Departamento de Guerra”.

    En declaraciones a la prensa, Trump afirmó que no se trata de una guerra sino de “limpiar nuestras ciudades para que no maten a cinco personas cada fin de semana”. Tom Homan, zar fronterizo de la Casa Blanca, confirmó en CNN que se esperan medidas similares en la mayoría de las ciudades santuario.

    Reacciones políticas y sociales

    El gobernador demócrata de Illinois, J.B. Pritzker, respondió con dureza y calificó a Trump como “un aspirante a dictador”. Por su parte, la senadora Tammy Duckworth reveló que la misión de ICE en la región tendría una duración de un mes, hasta el 5 de octubre, según información entregada por funcionarios federales.

    Ante la tensión, organizadores del festival del Día de la Independencia de México en Chicago pospusieron la celebración por temor a redadas masivas, aunque una versión más pequeña se realizó el sábado. Además, el gobierno federal instaló vallas de seguridad alrededor del juzgado federal en el centro de la ciudad y fortificó un edificio del ICE en Broadview.

    En Boston, la alcaldesa Michelle Wu acusó al gobierno de Trump de mentir y amenazar a las ciudades que no ceden a “su agenda autoritaria”. Según Wu, el Departamento de Justicia y el ICE han difundido mensajes destinados a sembrar miedo en las comunidades inmigrantes.

    Escalada de la política migratoria

    Las acciones en Boston marcan una intensificación de la estrategia de Trump, quien ha reforzado la presencia de la Guardia Nacional y agentes federales en distintos puntos del país. El presidente ha insistido en que su prioridad es expulsar a migrantes indocumentados, aunque críticos sostienen que sus medidas buscan criminalizar comunidades enteras y erosionar la autonomía de gobiernos locales.

    La pugna entre ciudades santuario y la Casa Blanca vuelve a poner en el centro del debate la política migratoria estadounidense, con miles de familias pendientes de posibles deportaciones en los próximos días.

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