El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, admitió este martes que no puede postularse a un tercer mandato debido a lo que establece la Constitución, y calificó la situación como “una lástima”. Durante declaraciones a bordo del Air Force One, mientras viajaba de Japón a Corea del Sur, Trump afirmó que sus cifras en encuestas son “las mejores que haya tenido cualquier presidente en muchos años”, pero reconoció que la Enmienda 22 le impide postularse nuevamente.
«No creo que nadie se presente contra nosotros»
A pesar de la limitación constitucional, Trump mostró apoyo a una eventual candidatura republicana para 2028 encabezada por el actual vicepresidente, JD Vance, con el secretario de Estado, Marco Rubio, como compañero de fórmula. “Creo que si en algún momento formasen un grupo serían imparables. No creo que nadie se presentaría contra nosotros”, afirmó el mandatario.
La Enmienda 22, ratificada en 1951 tras los cuatro mandatos de Franklin D. Roosevelt, establece que ninguna persona puede ser elegida presidente más de dos veces, dejando claro que Trump no puede contender por la Casa Blanca en 2028 como candidato principal. Sin embargo, sectores cercanos al presidente han especulado con maniobras políticas como ocupar la vicepresidencia con Vance, planteando un eventual traspaso del poder una vez asumido el cargo, aunque legalmente esta estrategia es cuestionable y ha generado debate dentro del partido republicano.
La figura de Trump marca agenda política
Trump había reavivado la idea de buscar un tercer mandato el pasado lunes, declarando que le “encantaría” intentarlo, lo que generó preocupación en sectores políticos y jurídicos. Steve Bannon, exasesor del presidente, afirmó recientemente que existen planes para que Trump pudiera extender su influencia en la Casa Blanca pese a la prohibición constitucional, lo que refuerza la percepción de que la figura del mandatario sigue siendo central dentro del liderazgo republicano.
En paralelo, la administración estadounidense sigue enfrentando importantes desafíos internos y externos, desde tensiones comerciales hasta conflictos internacionales, mientras la sucesión dentro del Partido Republicano comienza a perfilarse con miras a 2028. La figura de Trump, aunque inhabilitada para un tercer mandato, continúa marcando la agenda política y la estrategia electoral del partido, consolidando a aliados como JD Vance y Marco Rubio como posibles contendientes a la Casa Blanca.
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