El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó este viernes iniciar la producción en serie del misil balístico hipersónico «Oreshnik», tras su lanzamiento reciente contra Ucrania. Esta arma, calificada por el Kremlin como imposible de interceptar, representa un nuevo desafío en el conflicto. Además, Putin instó a continuar realizando pruebas, incluso en escenarios de combate.
El ataque de Rusia y la respuesta de Ucrania
El jueves, Rusia confirmó haber disparado el misil «Oreshnik» contra un objetivo militar en Dnipró, centro-este de Ucrania, como respuesta a bombardeos ucranianos con proyectiles suministrados por Occidente. Ucrania, por su parte, solicitó a sus aliados sistemas de defensa antiaérea más avanzados para proteger sus ciudades y contrarrestar esta nueva amenaza.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, enfatizó la necesidad de contar con más sistemas Patriot estadounidenses y Samp/T franco-italianos, señalando que los actuales son insuficientes para cubrir todo el territorio.
«Oreshnik»: un arma experimental
Rusia sostiene que el misil «Oreshnik» puede alcanzar objetivos en toda Europa, aunque analistas occidentales minimizan su amenaza inmediata. Según un alto funcionario estadounidense, se trata de un arma experimental con una producción limitada, aún lejos de ser desplegada regularmente en el campo de batalla.
Estrategias y escalada del conflicto
Ante la creciente amenaza, Estados Unidos autorizó a Ucrania el uso de armas de largo alcance contra territorio ruso, un cambio de postura que había sido rechazado anteriormente por temor a la reacción de Moscú. Esta autorización fue otorgada tras reportes sobre el despliegue de 10,000 soldados norcoreanos en apoyo a las fuerzas rusas en la región fronteriza de Kursk.
El jefe del Pentágono, Lloyd Austin, anticipó que estas tropas norcoreanas podrían entrar en combate pronto, aumentando la complejidad del conflicto.
Advertencias de Rusia y reacciones internacionales
Putin calificó el conflicto en Ucrania como un asunto de carácter global y amenazó con atacar a países que suministren armas empleadas contra territorio ruso. A su vez, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, pidió no subestimar las capacidades de Rusia, describiéndola como una potencia militar con «las armas más destructivas del mundo».
Zelenski, sin embargo, señaló que el uso del «Oreshnik» por parte de Rusia desacredita a líderes internacionales que piden moderación, como China y los Estados del Sur Global.
Reunión de la OTAN y situación en el terreno
La OTAN y Ucrania se reunirán el martes en Bruselas para evaluar la situación y buscar decisiones concretas por parte de los aliados. Mientras tanto, las tropas rusas avanzan en el este de Ucrania, logrando progresos diarios de entre 200 y 300 metros cerca de Kurajove, aunque en otras regiones como Pokrovsk, la situación permanece estable.
En Dnipró, los habitantes continúan conmocionados por el reciente ataque con el «Oreshnik». Aunque no se confirmaron daños específicos, se sospecha que el bombardeo tenía como objetivo una planta del grupo PivdenMach, fabricante de componentes para misiles.
Retórica nuclear y condena internacional
Occidente calificó el lanzamiento del «Oreshnik» como una escalada peligrosa y criticó la retórica nuclear del Kremlin como «irresponsable». China, por su parte, instó a ambas partes a actuar con moderación.
Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, defendió el ataque como una respuesta a las decisiones occidentales, señalando que estas acciones «no quedarán sin reacción por parte de Rusia». El conflicto sigue escalando, aumentando las tensiones globales y el riesgo de un enfrentamiento más amplio.
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