La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reiteró este miércoles en su conferencia matutina que durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se establecieron límites estrictos a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) para evitar intervenciones directas en territorio nacional, una práctica que, según ella, se permitía en gobiernos anteriores. Este pronunciamiento surge tras la difusión de un comunicado por parte de la DEA el pasado lunes, anunciando un supuesto operativo conjunto con México llamado “Proyecto Portero”, el cual Sheinbaum desmintió tajantemente, calificándolo como desinformación. “La Presidenta nunca va a poner en riesgo la soberanía de México”, afirmó, respaldando la postura de su predecesor.
Sheinbaum rememoró el caso de Arturo Beltrán Leyva, alias “El Barbas”, ultimado en Cuernavaca, Morelos, en 2009 durante el gobierno de Felipe Calderón. Citó que tras el operativo, la entonces Secretaría de Seguridad Pública, encabezada por Genaro García Luna —actualmente preso en EE. UU. por nexos con el narcotráfico—, informó del éxito, pero horas después la DEA reclamó una participación directa.
“Este era un esquema en donde se permitía que las agencias de Estados Unidos participaran de manera directa en los operativos”, denunció, contrastándolo con la política actual.
Desde el inicio del gobierno de López Obrador, explicó, se restringió esa injerencia, reservando las operaciones de seguridad a fuerzas federales, estatales y municipales mexicanas.
Soberanía y colaboración controlada
La mandataria enfatizó que los agentes estadounidenses, incluida la DEA, pueden colaborar solo con información, respetando la Ley de Seguridad Nacional que prohíbe operaciones extranjeras en suelo mexicano. Recordó el caso del general Salvador Cienfuegos, detenido en 2020 en EE. UU. sin pruebas suficientes, lo que llevó a su liberación tras una solicitud mexicana y una presentación en “La Mañanera” que desestimó las acusaciones.
“A partir de ahí, el Presidente López Obrador puso más límites a las agencias en México, y esos límites continúan en nuestro gobierno”, aseguró Sheinbaum, destacando un nuevo acuerdo de seguridad en negociación con el Departamento de Estado, coordinado por la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Citó una reunión en Washington en febrero con el gabinete de Seguridad y el fiscal general como parte de este proceso, sugiriendo que el comunicado de la DEA podría ser un intento de proyectar un cambio que no refleja la realidad.
“¿Qué interés tenga la DEA en publicar lo que publicó hace dos días? No lo sé. Probablemente querer decir que cambiaron las cosas”, especuló.
Sin embargo, insistió en que la relación con EE. UU. se basa en coordinación respetuosa, a través del Comando Norte, el Ejército Mexicano, la Marina, y la Secretaría de Seguridad, sin subordinación.
Compromiso con la verdad y la soberanía
Sheinbaum dejó claro que su obligación es “decir siempre la verdad e informar”, como lo hace diariamente en “La Mañanera”, y garantizar que cualquier relación internacional, especialmente con EE .UU., se rija por la Constitución, defendiendo la soberanía y los intereses del pueblo mexicano. Este posicionamiento refuerza la narrativa de autonomía iniciada por López Obrador, enfrentándose a las tensiones con la administración de Donald Trump, quien ha presionado a México para intensificar la lucha contra el narcotráfico.
El desmentido del “Proyecto Portero” y la reafirmación de límites a la DEA subrayan un enfoque nacionalista que podría moldear la colaboración bilateral en los próximos años, especialmente ante la desconfianza histórica hacia operativos extranjeros.
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