La presidenta Claudia Sheinbaum exigió este lunes respeto a la soberanía venezolana y rechazó cualquier forma de injerencismo tras la autorización del presidente Donald Trump a operaciones encubiertas de la CIA en ese país. Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum invocó la Constitución mexicana, que prioriza la autodeterminación de los pueblos sobre intervenciones externas.
“No al injerencismo y la invasión. No solamente es por convicción, sino porque así está establecido en nuestra Constitución”, afirmó la mandataria, respondiendo a preguntas sobre la escalada de tensiones en el Caribe.
Este posicionamiento llega en un contexto de crecientes fricciones entre Washington y Caracas. Trump confirmó el 15 de octubre haber dado luz verde a la CIA para actuar en Venezuela, justificándolo con el control de migración irregular y el narcotráfico.
Según reportes de The New York Times y Reuters, la directiva clasificada permite operaciones letales contra carteles, potencialmente extendiéndose a territorio venezolano, aunque Trump evadió preguntas sobre un posible derrocamiento de Nicolás Maduro.
Defensa histórica de la No Intervención
Sheinbaum no es nueva en esta postura. La semana pasada, omitió felicitar a María Corina Machado, la opositora venezolana galardonada con el Nobel de la Paz 2025 por su lucha por una “transición justa y pacífica” a la democracia, según el Comité Noruego del Nobel. Machado, quien acusa a Maduro de fraude en las elecciones de 2024, ha pedido mayor apoyo estadounidense contra el régimen chavista.
En agosto, Sheinbaum criticó el despliegue de destructores y aviones F-35 en el Caribe, parte de una campaña que ha incluido al menos cinco ataques a lanchas sospechosas de narcotráfico, con 27 muertes reportadas por CBS News.
“Estos operativos violan el derecho internacional”, señaló entonces, alineándose con la tradición mexicana de no intervención, arraigada desde la Doctrina Estrada de 1930.
Maduro, por su parte, tildó las acciones de Trump como “golpes de Estado de la CIA” en un discurso el 15 de octubre, convocando a rechazar cualquier agresión. “Lo que amenazan es inmoral, criminal e ilegal”, declaró, activando planes de defensa con 4,5 millones de milicianos, según el Ministerio de Defensa venezolano.
Escalada militar y críticas legales
La autorización a la CIA coincide con un despliegue masivo: 10.000 tropas estadounidenses, buques de guerra y B-52 sobrevolando a 240 km de Venezuela, per Reuters. Trump argumentó: “Han vaciado prisiones hacia EE.UU. y envían drogas por mar; actuaremos por tierra también”. Sin embargo, no ha presentado evidencias concretas de las acusaciones, lo que ha alarmado a expertos.
Legisladores demócratas como la senadora Jeanne Shaheen exigen pruebas y autorización congressional: “Esto desliza a EE.UU. hacia un conflicto sin guardarraíles”, dijo a CNN. La ONU y Human Rights Watch han condenado los ataques previos como “extrajudiciales”. En X, usuarios como @Marlibethcolina aplaudieron a Sheinbaum: “Así se habla, defendiendo la autodeterminación”.
México, bajo Sheinbaum, reafirma su rol en la diplomacia latinoamericana. “Respeto a la soberanía de las naciones”, reiteró, en un eco de la política de López Obrador. Mientras, la oposición venezolana, liderada por Machado, urge apoyo internacional para “detener la guerra de Maduro”.
Con esta escalada, América Latina observa con cautela. Rusia condenó las operaciones como “agresión”, y el gobierno venezolano prepara quejas ante la ONU. Sheinbaum, en su mañanera, llamó al diálogo: “La paz se construye con respeto mutuo, no con invasiones”. ¿Responderá Trump? La región aguarda, entre soberanía y seguridad hemisférica.
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