La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció este lunes durante su conferencia matutina en Palacio Nacional que el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, podría visitar México en la primera semana de septiembre para firmar un acuerdo bilateral de seguridad.
“Muy probablemente venga, no esta semana, sino la primera de septiembre, es probable. Esta semana se confirma”, indicó Sheinbaum, señalando que la formalización del pacto es el objetivo principal de la visita.
Este anuncio llega tras meses de negociaciones, con Rubio expresando en mayo, durante una audiencia en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EE. UU., su intención de impulsar la cooperación en seguridad, migración y comercio, un plan que se intensifica ante las presiones del presidente Donald Trump por un combate más efectivo al tráfico de fentanilo.
Sheinbaum explicó que el acuerdo, ya listo desde inicios de agosto según sus declaraciones, se basa en cuatro principios fundamentales: respeto a la soberanía, respeto a la territorialidad, confianza mutua, colaboración y cooperación. El 5 de agosto, la mandataria rechazó categóricamente que la influencia de los cárteles de narcotráfico, como sugirió un reporte de The Wall Street Journal, ponga en riesgo el pacto. El diario destacó la reciente fuga de Zhi Dong Zhang, un operador chino acusado de lavar 150 millones de dólares para cárteles y traficar cocaína, fentanilo y metanfetamina, quien estaba bajo arresto domiciliario en México a la espera de extradición. Sheinbaum insistió en que el respeto a la soberanía es el eje del documento, minimizando las implicaciones de estos incidentes.
El contexto es tenso: Trump ha amenazado con imponer aranceles del 30% a las importaciones mexicanas si no se frena el flujo de fentanilo, una droga sintética vinculada a más de 48,000 muertes por sobredosis en EE. UU. en 2024, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
La administración estadounidense culpa a laboratorios mexicanos que usan precursores de China, mientras México defiende su estrategia, que incluye despliegue de 10,000 Guardias Nacionales en la frontera y extradición de más de 50 líderes de cárteles. Antes del 1 de agosto, ambos gobiernos acordaron una suspensión de 90 días de los aranceles, un respiro que esta reunión busca consolidar. La visita de Rubio, si se confirma, marcará un paso clave en la relación bilateral, aunque las tensiones subyacentes persisten.
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