Los gobiernos de México y Estados Unidos acordaron conectar sus plataformas de inteligencia para prevenir y responder a ataques con drones en la frontera compartida, anunció el Departamento de Estado estadounidense. El compromiso se alcanzó durante la segunda reunión del Grupo de Implementación en Seguridad México-Estados Unidos, celebrada el 11 de diciembre en la Ciudad de México, con la participación del encargado de despacho de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Roberto Velasco Álvarez, y el embajador Ronald Johnson.
El encuentro, que reunió a representantes de seis agencias de ambos países, enfatizó la necesidad de agilizar el intercambio de información sobre tráfico de armas, incautaciones de armamento y municiones, extradiciones y investigaciones contra el huachicol (robo de combustibles). La SRE destacó que la cooperación se basa en principios de respeto a la soberanía, confianza mutua, cooperación sin subordinación y responsabilidad compartida.
Contexto de amenaza emergente: Drones al servicio del narcotráfico
La medida responde a preocupaciones estadounidenses por el uso creciente de drones por organizaciones criminales. En julio de 2025, Steven Willoughby, director de la Oficina de Gestión del Programa de Sistemas de Aviones No Tripulados del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), testificó ante el Senado que en los últimos seis meses de 2024 se detectaron más de 27,000 drones a menos de 500 metros de la frontera sur, la mayoría volando por encima de los 120 metros —altitud máxima permitida en ambos países—. Estos dispositivos se emplean para transportar drogas y vigilancia contra fuerzas del orden.
Desde junio de 2025, la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) acordó con México reutilizar drones incautados al narcotráfico para contrarrestar el tráfico de armas. Ambas naciones intercambian información balística de delitos en estados fronterizos y planean crear un laboratorio para explotar datos.
Avances bilaterales y énfasis en soberanía
El Departamento de Estado subrayó que los acuerdos buscan desmantelar cárteles, interrumpir fuentes de ingresos ilícitos y contrarrestar amenazas emergentes como el uso de drones. La SRE detalló que se analizaron desafíos globales derivados de esta tecnología criminal, profundizando en incautaciones y extradiciones.
“México reiteró que la cooperación en materia de seguridad se sustenta en los principios de respeto a la soberanía y a la integridad territorial, confianza mutua, cooperación sin subordinación y responsabilidad compartida”, indicó la cancillería en comunicado.
Esta segunda sesión refuerza el mecanismo bilateral establecido para coordinar operativos, intercambio de inteligencia y combate al crimen transnacional, siempre bajo marco de respeto mutuo.
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