México lanza la misión Ixtli, un proyecto que desarrolla cuatro satélites con tecnología nacional para monitorear cambio climático y seguridad, reduciendo la dependencia de imágenes satelitales extranjeras. Investigadores de la UNAM, IPN y otras instituciones avanzan en el diseño y la integración de estos satélites CubeSats, con planes de incluir Inteligencia Artificial y patentes propias.
México da un paso histórico hacia su independencia tecnológica con la creación de su primera constelación de satélites desarrollada con componentes nacionales. Bajo el nombre de misión Ixtli —“ojos para ver” en náhuatl—, la administración de Claudia Sheinbaum impulsa la fabricación de cuatro satélites de observación terrestre destinados a monitorear fenómenos naturales, seguridad y cambio climático, lo que permitirá al país generar datos propios sin depender de terceros.
Investigadores, académicos y estudiantes de la UNAM, el IPN, CICESE y la UPAEP trabajan desde diciembre de 2024 en el diseño de estos satélites, con el soporte de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti). Para este año, el presupuesto asignado es de aproximadamente 100 millones de pesos, con expectativas de ampliación para 2026, asegurando el cumplimiento de los objetivos de la misión.
José Francisco Valdés Galicia, coordinador del Programa Espacial Universitario de la UNAM, afirmó que Ixtli permitirá al país generar información satelital propia, crucial para atender incendios forestales, deslizamientos de tierra, sanidad de cultivos, monitoreo de especies y seguridad nacional. Los satélites contarán con un mínimo del 50% de tecnología nacional, incluyendo diseño, componentes, integración y estaciones terrestres, con miras a fortalecer la industria espacial mexicana.
Actualmente, México depende de imágenes satelitales de empresas de Estados Unidos, Francia y otros países, con un gasto anual aproximado de 250 millones de pesos y limitaciones por ediciones o restricciones de acceso a información sensible. El proyecto Ixtli busca cambiar esta dinámica, asegurando soberanía tecnológica en un contexto de tensiones internacionales y necesidad de datos precisos.
Satélites CubeSats como modelo de independencia
Los satélites de la misión Ixtli serán del tipo CubeSats, pequeños, modulares y de bajo costo, con dimensiones de 10 centímetros por lado y peso cercano a un kilo. Se fabricarán cuatro unidades: dos de seis módulos y dos de dieciséis, operando como constelación para maximizar la observación del territorio nacional. Esta tecnología permite conectar los satélites entre sí y con estaciones terrestres para telecomunicaciones, teledetección y mediciones ambientales.
El equipo de investigadores define actualmente los requerimientos técnicos del primer satélite, incluyendo cámaras, bus satelital, computadora de a bordo, sistema de estabilización y estructura, así como la frecuencia de transmisión y el tipo de imágenes multiespectrales que captarán, con resoluciones de entre 20 y 1.5 metros. El objetivo a futuro es integrar procesamiento en órbita y sistemas de Inteligencia Artificial.
Se estima que el primer satélite estará listo para su lanzamiento entre diciembre de 2026 y el primer trimestre de 2027. México evalúa distintas compañías internacionales para realizar el lanzamiento, descartando firmas estadounidenses debido a los costos y tensiones políticas, mientras considera opciones de Japón, Rusia, China, Brasil y Corea del Sur.
Con esta iniciativa, México apunta a insertarse en la llamada “nueva economía espacial”, un sector global en expansión que combina innovación tecnológica, desarrollo industrial y comercialización de servicios espaciales, que actualmente mueve alrededor de 630,000 millones de dólares al año.
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