El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, afirmó que la “normalización” de las relaciones con México es una prioridad para su administración, destacando la importancia de reconocer los claroscuros de la historia compartida entre ambos países. Sus declaraciones llegan días después de que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, reconociera públicamente las injusticias cometidas contra los pueblos originarios durante la conquista.
Madrid busca un acercamiento diplomático con México
En entrevista con el diario El País, publicada este domingo, Sánchez subrayó que España considera a México un país “muy próximo en todos los puntos y en todas las dimensiones”, y que su gobierno apuesta por la discreción como herramienta clave para el restablecimiento de la confianza diplomática.
“Estamos en un momento en el que la diplomacia exige una cierta discreción, pero sí que le puedo garantizar que para España es prioritario la normalización de nuestras relaciones”, declaró el mandatario español.
Sánchez explicó que reconocer los aspectos difíciles de la historia común es parte del proceso de reconciliación y madurez entre ambas naciones. “Es bueno reconocer esos claroscuros para mejor comprendernos y, por tanto, seguir construyendo esas relaciones en bases mucho más sólidas”, añadió.
Estas palabras reafirman la voluntad del Ejecutivo español de poner fin al periodo de tensiones que marcó los últimos años, luego de los desencuentros generados por la solicitud del gobierno mexicano de un reconocimiento formal de las violencias cometidas durante la colonización.
Sheinbaum celebra el gesto y pide avanzar hacia el perdón histórico
Las declaraciones de Sánchez ocurren pocos días después de que el canciller José Manuel Albares pronunciara un discurso en el Instituto Cervantes de Madrid durante la inauguración de la exposición La mujer en el México indígena. En su intervención, Albares reconoció que “también ha habido dolor e injusticia hacia los pueblos originarios” y que “justo es lamentarlo porque esa es parte de nuestra historia compartida y no podemos ni negarla ni olvidarla”.
El gesto fue bien recibido por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien lo calificó como “un primer paso” hacia la reconciliación entre ambos países. “El perdón engrandece a los gobiernos y a los pueblos. No es humillante; al contrario, reconocer los agravios y lamentarlos engrandece a los gobiernos y a las naciones”, expresó.
Sin embargo, Sheinbaum reiteró que España aún tiene pendiente una disculpa formal por los abusos cometidos durante la conquista. “Durante mucho tiempo se habló del encuentro de dos culturas, pero fue un proceso violento. Fue una invasión”, señaló la mandataria, insistiendo en que reconocer ese pasado es esencial para construir una relación más justa y equilibrada.
Relación bilateral en proceso de reconstrucción
La relación entre México y España ha atravesado varios episodios de tensión diplomática desde 2019, cuando el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador solicitó una disculpa formal al rey Felipe VI por los abusos cometidos durante la conquista. La respuesta del gobierno español fue entonces de rechazo, lo que derivó en un enfriamiento prolongado en la cooperación bilateral.
Con las nuevas declaraciones de Pedro Sánchez y el reconocimiento del canciller Albares, Madrid parece intentar un acercamiento diplomático más pragmático. En el contexto actual, ambos gobiernos enfrentan la oportunidad de redefinir su relación sobre bases históricas más equilibradas y un diálogo político renovado.
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