Más de la mitad de las y los adolescentes LGBTQ+ en México consideraron seriamente quitarse la vida durante 2024. Así lo revela el Proyecto Trevor, una organización internacional especializada en la intervención en crisis y prevención del suicidio en juventudes LGBTQ+, que calificó el dato como “alarmante” y urgió al Estado mexicano a atender la salud mental de esta población históricamente vulnerable.
Según el reporte, el 57% de jóvenes entre 13 y 17 años pertenecientes a la comunidad LGBTQ+ enfrentaron pensamientos suicidas el año pasado. Las causas principales son el rechazo familiar y factores externos que generan altos niveles de estrés y ansiedad, como la creciente normalización de discursos de odio, especialmente tras el retorno de Donald Trump al poder en EE. UU., el pasado noviembre.
El impacto de los discursos de odio
Ángel Salgado, colaborador del programa de intervención de crisis de Trevor en México, explicó que la plataforma, basada en un chat gratuito y confidencial, ha registrado un repunte en las solicitudes de apoyo durante coyunturas electorales donde figuras políticas “canalizan el malestar social hacia las comunidades LGTBI+”.
“Durante las elecciones de noviembre en EE. UU. tuvimos filas virtuales de hasta seis horas”, relató. Los jóvenes, dijo, sienten miedo a ser juzgados o rechazados en casa al escuchar que sus familias simpatizan con ideologías “trumpistas”.
Este fenómeno, advirtió, no solo ocurre en comunidades conservadoras o rurales, sino también en ciudades como la capital mexicana y estados como Guerrero, donde muchas veces Trevor representa el único espacio donde pueden hablar libremente sobre su identidad.
Una alternativa humana frente a la crisis
El chat de Trevor es operado por personas entrenadas que, a diferencia de herramientas basadas en inteligencia artificial, ofrecen acompañamiento empático y seguro. Aunque no reemplaza atención psicológica formal, funciona como un espacio de contención en momentos de crisis, explicó Edurne Balmori, directora ejecutiva de Trevor México.
“El protocolo no es clínico, pero sigue preguntas clave para guiar la conversación, generar confianza y ofrecer un plan de seguridad ante futuras crisis”, detalló.
La Encuesta Nacional sobre la Salud Mental de Juventudes LGTBI+ en México —también elaborada por el Proyecto Trevor— confirma la gravedad del problema: una de cada tres personas jóvenes ha intentado suicidarse, y en el 58% de los casos, nunca recibió atención psicológica.
Desde que Donald Trump asumió su segundo mandato en enero de 2025, organizaciones como Amnistía Internacional han denunciado una “cruzada contra la diversidad de género” en EE. UU. Entre las políticas más controversiales se encuentran la orden ejecutiva que borra el reconocimiento de identidades trans, intersexuales y no binarias, así como el veto militar a personas transgénero y la prohibición de su participación en deportes femeninos.
Estos hechos han tenido un efecto psicológico directo en la juventud LGBTQ+ mexicana, especialmente por la cercanía geográfica, los vínculos culturales y el poder que los discursos estadounidenses ejercen en la región.
Una deuda del Estado mexicano
Frente a este panorama, Trevor llama al Estado mexicano a reconocer la urgencia de invertir en salud mental, particularmente en programas que atiendan a poblaciones LGBTQ+ en edades tempranas, muchas veces atrapadas en entornos hostiles, religiosos o represivos.
“Estamos hablando de más de cinco millones de personas en México que merecen vivir con dignidad, seguridad y sin miedo”, concluyó Balmori.
La prevención del suicidio no puede depender únicamente de organizaciones civiles. El mensaje del Proyecto Trevor es claro: la salud mental LGBTQ+ debe ser prioridad nacional.
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