La tragedia en Iztapalapa no se detiene. El Gobierno de la Ciudad de México confirmó este jueves que ya suman 22 personas fallecidas por la explosión de una pipa de gas ocurrida el pasado 10 de septiembre en Calzada Ignacio Zaragoza. Entre las víctimas más recientes está Abril Díaz Pérez, de 34 años, quien permanecía hospitalizada por las graves quemaduras que sufrió. La cifra de hospitalizados se mantiene en 25, mientras que 37 lesionados ya fueron dados de alta.
La explosión que marcó a Iztapalapa
El accidente ocurrió cuando un camión cisterna con capacidad para 49 mil 500 litros volcó y explotó a la altura del Puente de la Concordia. El impacto devastó la zona, provocando un incendio de grandes proporciones y dejando decenas de heridos que fueron trasladados a distintos hospitales de la capital.
Entre los casos más dolorosos está el de una niña de dos años, Jazlyn Azulet, que sobrevivió gracias a que su abuela, Alicia Matías Teodoro, la cubrió con su cuerpo. La mujer falleció días después a causa de quemaduras en más del 90 % de su superficie corporal, pero el acto de protección permitió salvar a la pequeña.
La menor fue trasladada el lunes a Galveston, Texas, para ser atendida en el hospital especializado Shriners, gracias a la Fundación Michou y Mau. En un comunicado, la organización informó que la paciente ya fue extubada y permanece en condición crítica-estable, pese a las quemaduras que afectaron el 25 % de su cuerpo.
Chofer en la mira de las autoridades
El conductor del vehículo cisterna también figura entre las víctimas mortales. Autoridades capitalinas lo responsabilizan del siniestro por conducir supuestamente a exceso de velocidad. Sin embargo, este jueves circularon grabaciones de cámaras de vigilancia en la zona que muestran al camión avanzando a una velocidad moderada, lo que abre dudas sobre la versión oficial.
La contradicción entre los señalamientos de la autoridad y la evidencia videográfica ha generado debate sobre las verdaderas causas del accidente. Expertos en transporte y seguridad vial señalan que el peso y las condiciones mecánicas de la pipa, sumados al diseño del tramo carretero, pudieron ser factores decisivos en el desenlace fatal.
Balance de víctimas y atención médica
El reporte oficial indica que 25 personas siguen hospitalizadas, muchas en condición delicada debido a la gravedad de sus quemaduras. Paralelamente, 37 heridos han logrado ser dados de alta, aunque varios enfrentan secuelas físicas y psicológicas.
El gobierno capitalino informó que se mantiene la atención médica especializada, con traslados a unidades de alta especialidad y coordinación con fundaciones para pacientes pediátricos como en el caso de Jazlyn. La tragedia ha dejado al descubierto la vulnerabilidad de las zonas urbanas frente al transporte de combustibles y la urgencia de revisar protocolos de seguridad.
Las autoridades aseguran que continuarán las investigaciones para deslindar responsabilidades y determinar si hubo fallas mecánicas, negligencia humana o deficiencias en la supervisión del transporte de gas. Mientras tanto, los familiares de las víctimas exigen justicia y garantías para que una tragedia de esta magnitud no vuelva a repetirse.
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