La Secretaría de Salud de la Ciudad de México informó este sábado que el número de muertos por la explosión de un camión cisterna de gas, ocurrida el pasado 10 de septiembre en Iztapalapa, ascendió a 27 personas. El último deceso registrado fue el de Ricardo Corona Hernández, de 38 años, internado en el Hospital Rubén Leñero. La cifra se suma a la muerte de Erick Vicente Acevedo Romero, de 33 años, ocurrida la noche del viernes, así como al chofer del camión, quien falleció tras el accidente.
Actualmente, 18 personas permanecen hospitalizadas y 39 han recibido alta médica. Entre los heridos se encuentra Jazlyn Azulet, de 2 años, quien sobrevivió gracias a la protección de su abuela Alicia Matías Teodoro, quien falleció tras sufrir quemaduras en más del 90 % de su cuerpo. La menor fue trasladada a Shriners Hospitals for Children en Galveston, Texas, bajo el cuidado de la fundación mexicana Michou y Mau. Según el último reporte del centro hospitalario, Jazlyn fue extubada y se encuentra en estado crítico-estable.
El accidente se produjo cuando el camión cisterna, con capacidad de 49,500 litros, volcó y explotó tras perder el control al tomar una curva. La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México indicó que el exceso de velocidad habría sido un factor determinante, aunque imágenes de cámaras de vigilancia muestran que el vehículo circulaba a velocidad moderada momentos antes del incidente. Este contraste ha generado debate sobre las causas precisas de la tragedia y la necesidad de revisar los protocolos de transporte de gas en zonas urbanas.
Vulnerabilidad de infraestructura urbana
Vecinos y testigos de Iztapalapa destacaron la rápida respuesta de los servicios de emergencia y la colaboración de la comunidad para auxiliar a los lesionados. Autoridades locales, bomberos y Protección Civil coordinaron la atención médica inmediata y canalizaron a los pacientes más graves a hospitales especializados, tanto en México como en Estados Unidos.
El accidente evidencia la vulnerabilidad de la infraestructura urbana ante el transporte de materiales peligrosos. Expertos en seguridad vial señalan la necesidad de reforzar los controles de circulación de vehículos de carga, mejorar la señalización y establecer protocolos de emergencia que incluyan evacuación rápida y medidas de contención ante derrames o explosiones.
Las autoridades capitalinas reiteraron su compromiso de esclarecer las causas, determinar responsabilidades y garantizar apoyo integral a las familias de las víctimas. Esto incluye asistencia médica, compensación económica y acompañamiento psicológico a los sobrevivientes.
El siniestro deja en evidencia la importancia de combinar infraestructura segura, supervisión estricta y preparación ciudadana para reducir el impacto de accidentes industriales en zonas densamente pobladas.
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