El Ayuntamiento de Cozumel y la Fundación Aitana firmaron un convenio de colaboración para impulsar la campaña «Alas de Esperanza», enfocada en apoyar la atención de niños con cáncer, especialmente en la isla. Esta alianza busca no solo brindar recursos médicos y emocionales, sino generar conciencia sobre la visibilidad de esta enfermedad, agravada por los altos costos de traslados geográficos. El evento contó con el testimonio inspirador de Ramsés Eduardo Dzul Márquez, sobreviviente de cáncer cerebral, quien a los 13 años enfrentó un tumor germinal mixto de tercer grado mediante cirugías y terapias.
La campaña «Alas de Esperanza» responde a la realidad insular: los tratamientos requieren viajes costosos a Cancún o Mérida, sumando miles de pesos en ferries y hospedaje. “En Cozumel, la geografía complica todo, pero con esta firma extendemos alas de solidaridad”, declaró José Luis Chacón Méndez, presidente municipal, al rubricar el acuerdo. La Fundación Aitana, con sede en Cancún, atiende anualmente a 250 familias en Quintana Roo, invirtiendo 8 millones de pesos en medicamentos y apoyo integral, según su informe anual.
Testimonio que vuela alto
Ramsés Dzul, hoy de 17 años, conmovió a los presentes con su historia. Diagnosticado en 2021, su familia recurrió a la Fundación Aitana para alojamiento, alimentación y fortaleza emocional durante meses de quimioterapia. “A los 13, un tumor cerebral me quitó la infancia, pero el apoyo me devolvió la vida. Nadie lucha solo”, expresó con entusiasmo, invitando a la comunidad a participar. Su recuperación, que incluye retomar estudios, resalta el impacto: de 280 niños apoyados en el estado, 22 están en vigilancia y 30 en remisión en 2024.
Yusi Evelyn Dzib Echeverría, presidenta de la Fundación, agradeció la alianza: “Esta campaña simboliza esperanza y vida. Juntos, cerramos brechas médicas y emocionales”. En septiembre, mes dorado contra el cáncer infantil, detectan 1-2 casos semanales en la región, subrayando la urgencia de detección temprana.
Mariposas de solidaridad en acción
La iniciativa invita a donar 100 pesos por «mariposa simbólica» –un origami con mensaje de aliento–, meta: mil unidades para cubrir tratamientos de alto costo, como fármacos de 30 mil pesos. Incluye capacitaciones a servidores públicos para sensibilizar sobre el cáncer, que no se previene pero sí se combate con empatía.
Otras actividades comunitarias, como talleres y colectas, se avecinan para recaudar fondos. La síndico Daniela Ayala Blanco enfatizó: “En Cozumel, decimos a estas familias: no están solas”. Con esta unión, la isla caribeña extiende sus alas, transformando testimonios en recuperación colectiva. La esperanza, en Cozumel, ya vuela.
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