Tulum se convirtió en el epicentro de la música internacional el pasado 18 de mayo, cuando más de 20 mil asistentes se dieron cita en el majestuoso recinto Zamna para disfrutar del Mexican Caribbean Music Fest. En esta primera edición, el legendario Sting ofreció un repaso inolvidable de su extenso repertorio, acompañado por las actuaciones vibrantes de Aterciopelados, Leo Prakash y Liquits. La velada marcó un hito en la historia del turismo de eventos en Quintana Roo, pues reunió voces, ritmos y público en una experiencia única.
El Cancun–Tulum corridor, conocido por sus playas de ensueño, amplía ahora su oferta con festivales de talla mundial. El éxito de esta gala demuestra la capacidad de la entidad para atraer turismo especializado y satisfacer a un visitante más exigente, que busca combinar descanso y vivencias culturales. Además, refuerza la estrategia del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo, que apuesta por la diversificación de productos turísticos más allá del sol y la arena.
En la cita, la impecable producción técnica permitió que cada nota de Sting resonara con claridad, mientras los visuales y la escenografía de Zamna realzaron la atmósfera mística del lugar. Aterciopelados aportó su sello latinoamericano, mezclando rock y tradiciones; Leo Prakash sorprendió con su fusión electrónica; y Liquits cerró la velada con energía y color.
El impulso económico y social de los grandes eventos
Gracias a festivales de esta magnitud, Quintana Roo se perfila como destino integral. Los hoteles registraron ocupaciones superiores al 90% durante el fin de semana, lo que benefició a comercios, transportistas y prestadores de servicios locales. En restaurantes y bares de Tulum, la derrama promedio por comensal superó los 1,200 pesos. Asimismo, se activó el sector de artesanías y transporte privado, generando un flujo constante de ingresos.
La presencia de medios internacionales y la amplia cobertura en redes sociales amplificaron el impacto, proyectando la marca Quintana Roo hacia nuevos mercados. De acuerdo con cifras preliminares del consejo, el festival generó más de 250 empleos temporales y fortaleció la cadena de valor del turismo cultural.
Con esta experiencia, las autoridades confirman la viabilidad de consolidar un calendario anual de grandes conciertos y eventos deportivos. La sinergia entre gobierno, inversores y comunidad local impulsa un modelo más sostenible e inclusivo.
En la Nueva Era del Turismo, Quintana Roo no solo exhibe sus playas, sino que ofrece propuestas innovadoras que elevan la competitividad global del Caribe Mexicano.
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