Una alerta ambiental de escala global encendió las alarmas esta semana: más del 84% de los arrecifes coralinos del planeta han sido afectados por un evento de blanqueamiento masivo sin precedentes. Así lo confirmó la Iniciativa Internacional de Arrecifes Coralinos (ICRI), que calificó este fenómeno como el más extenso registrado hasta la fecha.
El proceso, iniciado en febrero de 2023, ha superado en cobertura y duración a eventos anteriores ocurridos en 1998, 2010 y entre 2014 y 2017. En este episodio actual, arrecifes desde el Pacífico occidental hasta el Caribe han presentado signos de blanqueamiento, una condición que ocurre cuando los corales, estresados por el calor excesivo, expulsan a las algas simbióticas que los nutren y colorean.
Impacto ecológico y económico en cadena
El blanqueamiento masivo no solo altera la apariencia de los corales. Al perder a sus algas simbiontes, estos organismos se debilitan, reducen su crecimiento, se vuelven más vulnerables a enfermedades y, eventualmente, mueren. Esto desencadena un efecto dominó en los ecosistemas marinos: disminuye la biodiversidad, colapsan cadenas alimenticias y se comprometen servicios ambientales vitales como la protección costera y la pesca artesanal.
La situación afecta especialmente a regiones insulares y costeras que dependen del turismo de arrecifes. Países como Australia, Filipinas, Belice o México enfrentan ahora pérdidas económicas ligadas a la caída en la salud de estos ecosistemas. En el Caribe, varias zonas de buceo y esnórquel han reportado cancelaciones de visitas debido a la desaparición de la vida marina visible.
Aunque el fenómeno de El Niño ha intensificado el aumento de la temperatura marina, la causa de fondo sigue siendo el calentamiento global generado por actividades humanas. Los últimos informes del IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático) advierten que los arrecifes podrían desaparecer por completo si la temperatura promedio del planeta supera los 2 °C sobre niveles preindustriales.
Una carrera contrarreloj por la supervivencia marina
Los científicos aún no pueden determinar con certeza cuándo finalizará este evento global de blanqueamiento. Sin embargo, alertan que las posibilidades de recuperación disminuyen conforme se repiten los episodios y aumenta la frecuencia de los extremos climáticos.
Diversos programas de restauración de corales han sido implementados en zonas como Florida, el Mar Rojo y la Gran Barrera australiana, con resultados mixtos. No obstante, las soluciones tecnológicas no compensan el daño causado si no se reduce la emisión de gases de efecto invernadero.
«El blanqueamiento coralino no es solo una tragedia ambiental; es una advertencia planetaria sobre cómo estamos destruyendo nuestros sistemas de soporte vital», declaró recientemente el ecólogo marino Ove Hoegh-Guldberg.
Por ahora, la comunidad internacional enfrenta el reto de proteger lo que queda de estos ecosistemas tan frágiles como fundamentales.
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