A más de un año de la reforma constitucional que reconoce a los animales como seres sintientes, México aún no cuenta con su primera Ley General de Bienestar, Protección y Cuidado Animal. El retraso legislativo mantiene a millones de animales sin la protección que la Constitución les otorgó en 2024, pese a que la sociedad civil y especialistas han impulsado desde hace años la iniciativa.
La futura Ley General y su importancia
La nueva legislación establecerá un marco jurídico nacional que sustituya las leyes estatales, muchas veces inoperantes o desiguales, y fijará estándares claros de protección, obligaciones para el Estado y responsabilidades ciudadanas. Organizaciones civiles, académicos y expertos han participado en foros en ambas cámaras para aportar recomendaciones y asegurar que el proyecto cumpla con los lineamientos constitucionales.
Entre los principios fundamentales que deberá contemplar la ley destacan:
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Prohibición explícita del maltrato animal.
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Obligación del Estado de garantizar su protección y cuidado.
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Normas específicas para animales criados para consumo humano, evitando sufrimiento innecesario en granjas y mataderos.
Dulce Ramírez, directora de Igualdad Animal México, subraya que más de 2 mil millones de animales fueron explotados en granjas en 2024, y que la legislación podría colocar a México a la vanguardia en materia de protección animal, especialmente para los animales destinados al consumo humano.
Próximos pasos y expectativas
El Ejecutivo, a través de la Consejería Jurídica encabezada por Ernestina Godoy Ramos, prepara el envío de la iniciativa al Congreso. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo adelantó que podría enviarse antes de fin de año. Expertos y organizaciones ya se preparan para revisar el texto y presionar por una ley sólida que no quede únicamente en papel, sino que contemple mecanismos de aplicación efectiva.
“La ciencia demuestra la capacidad de los animales de sentir y la sociedad reconoce su derecho a vivir sin sufrimiento. Estamos en un momento sin precedentes, pero no podemos bajar la guardia”, concluye Ramírez. El Día Mundial de los Animales, que se conmemora el 4 de octubre, se convierte así en un recordatorio para reflexionar sobre la relación con los animales y la necesidad urgente de legislación que garantice su bienestar.
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