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    Los microplásticos marinos podrían estar afectando la salud cerebral

    Investigaciones recientes sugieren que los microplásticos marinos podrían tener un impacto negativo en la salud del cerebro, especialmente en personas que viven en zonas costeras con altos niveles de contaminación por plásticos. Los estudios revelan que los microplásticos, partículas de menos de 5 milímetros, podrían influir en problemas de memoria, concentración y movilidad.

    Los microplásticos marinos, fragmentos diminutos de plástico en el océano, están siendo asociados con problemas cognitivos y motrices, según un estudio que se presentará en abril en la reunión anual de la Academia Americana de Neurología en San Diego. Los investigadores descubrieron que las personas que habitan cerca de costas con niveles elevados de microplásticos no solo enfrentan dificultades en áreas como la memoria, sino que también presentan tasas más altas de discapacidades en su capacidad de autocuidado e independencia.

    “Estos hallazgos proporcionan información sobre cómo los microplásticos marinos podrían afectar la salud del cerebro”, señaló la Dra. Sarju Ganatra, cardióloga del Hospital y Centro Médico Lacey, en Burlington, Massachusetts. “Se necesita más investigación para explorar más esta conexión y examinar las implicaciones generales para la salud pública de la contaminación por microplásticos”, agregó.

    El impacto de la contaminación por microplásticos

    Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron 218 condados costeros en 22 estados de EE. UU. y clasificaron los resultados en cuatro grupos según los niveles de microplásticos en el agua del océano. En promedio, los condados con niveles elevados contenían más de 1,000 fragmentos de microplásticos por cada metro cúbico de agua, mientras que los condados con menor contaminación no superaban los 10 fragmentos por metro cúbico.

    Estos microplásticos provienen principalmente de la descomposición de residuos plásticos en el medio ambiente, como exfoliantes faciales, redes de pesca o envases de alimentos.

    “La contaminación podría afectar el riesgo de deterioro cognitivo y otras discapacidades neurológicas”, señaló Ganatra. “Los factores medioambientales, como la contaminación, juegan un papel crucial en nuestra salud”.

    El estudio reveló que las personas que viven en áreas con altos niveles de microplásticos oceánicos tienen un 9% más de probabilidades de sufrir problemas de memoria y concentración, un 6% más de problemas de movilidad y un 16% más de dificultades con actividades diarias como vestirse o moverse por la casa. También, las personas que residen en zonas altamente contaminadas tienen un 8% más de probabilidades de enfrentar dificultades para llevar una vida independiente.

    Aunque los investigadores aclaran que este estudio no establece causalidad, sino una posible correlación, los resultados apuntan a que los microplásticos podrían influir en la salud cerebral. “La relación entre estos factores es compleja, y probablemente implique una combinación de elementos ambientales y humanos, pero se necesita más investigación para entenderla completamente”, concluyó Ganatra.

    Un riesgo creciente

    Recientemente, otro estudio publicado en Nature reveló que los cerebros humanos donados contenían en promedio 10 gramos de microplásticos. Las partículas, extremadamente pequeñas, pueden atravesar la barrera hematoencefálica y entrar al cerebro, lo que ha ocasionado un aumento del 50% en la cantidad de plástico en este órgano en las últimas décadas.

    «Eso significaría que nuestros cerebros hoy en día son 99.5% cerebros y el resto es plástico», comentó el coautor principal, Matthew Campen, profesor de ciencias farmacéuticas en la Universidad de Nuevo México.

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