La economía circular toma fuerza en México como estrategia para transformar residuos en oportunidades de negocio y reducir la presión ambiental. Expertos nacionales destacan que el país cuenta con potencial para desarrollar modelos de producción y consumo que minimicen la generación de desechos y promuevan la reutilización y el reciclaje, asegurando un desarrollo sostenible y competitivo.
Iniciativas y avances recientes
En el marco de la Semana Nacional de la Economía Circular 2025, organizada por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), se presentaron casos de éxito en diversas regiones de México. Entre ellos, destacan empresas que han logrado convertir residuos plásticos y electrónicos en insumos para nuevos productos, así como municipios que han implementado sistemas de recolección diferenciada y compostaje urbano.
El evento contó con la participación de académicos, empresarios y representantes gubernamentales, quienes coincidieron en que la transición hacia un modelo circular requiere políticas públicas claras, inversión en innovación y la colaboración entre sectores. “La economía circular no es solo una moda; es una necesidad para garantizar competitividad y reducir nuestro impacto ambiental”, afirmó la directora del INECC, Mariana López.
Beneficios para la industria y el empleo
Analistas económicos subrayan que la adopción de modelos circulares puede generar oportunidades de empleo y fomentar la industria nacional. Según datos de la Secretaría de Economía, el reciclaje y la reutilización de materiales podrían crear hasta 150 mil empleos directos en los próximos cinco años, principalmente en pequeñas y medianas empresas. Además, se espera que las inversiones en innovación tecnológica y diseño de productos sostenibles atraigan capital extranjero y fortalezcan la competitividad del país en el mercado internacional.
Desafíos y compromisos gubernamentales
A pesar de los avances, México enfrenta desafíos importantes, como la falta de infraestructura adecuada para el manejo de residuos, la limitada concienciación ciudadana y la necesidad de fortalecer marcos regulatorios. SEMARNAT anunció que en los próximos meses presentará una estrategia nacional de economía circular con objetivos concretos de reducción de residuos y promoción de la innovación sostenible, incluyendo incentivos fiscales para empresas que adopten prácticas circulares.
Expertos también enfatizan la importancia de la educación ambiental y la participación de la sociedad civil para garantizar el éxito de estas iniciativas. Campañas de sensibilización, talleres de capacitación y programas de certificación para empresas sostenibles serán parte del esfuerzo por consolidar un ecosistema circular en México.
México no es el único país que apuesta por la economía circular. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), esta estrategia se está convirtiendo en una prioridad global, con países europeos y asiáticos implementando políticas que combinan eficiencia de recursos, innovación tecnológica y responsabilidad social. La cooperación internacional y el intercambio de experiencias pueden acelerar la transición mexicana hacia modelos sostenibles.
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