En un hecho que marca un antes y un después en la conservación de especies mexicanas, el Zoológico de Guadalajara celebró el nacimiento de “Migaja”, una diminuta tortuga de la especie Kinosternon vogti, también conocida como Casquito de Vallarta, que pesa apenas 2.8 gramos y mide menos de dos centímetros. Este logro histórico representa un rayo de esperanza para una especie catalogada en peligro crítico de extinción, endémica de la región de la Bahía de Banderas, entre Jalisco y Nayarit.
Un nacimiento que es más que un hecho científico
La pequeña tortuga nació el pasado 30 de junio de 2025, resultado de un meticuloso trabajo de reproducción en cautiverio llevado a cabo por el equipo del herpetario del zoológico, bajo la coordinación del biólogo Ricardo Dávalos. Este esfuerzo comenzó en 2023, tras el decomiso de 37 ejemplares por parte de la SEMARNAT, que fueron puestos bajo cuidado especializado del zoológico.
“Migaja no es un accidente de la naturaleza; es la prueba de que podemos intervenir de manera responsable para proteger a nuestras especies más vulnerables”, explicó Dávalos. El nacimiento fue posible gracias a la reproducción de las condiciones naturales del hábitat de la especie, incluyendo el control preciso de temperatura y humedad para incubar los huevos, de los cuales otros seis permanecen en incubadora, listos para eclosionar en los próximos meses.
El equipo del zoológico no solo celebra la llegada de “Migaja”, sino que también proyecta su eventual reintroducción a áreas seguras en Puerto Vallarta, siempre garantizando la protección de su hábitat y evitando cualquier riesgo de tráfico o depredación.
Un ecosistema en riesgo y una especie amenazada
La Kinosternon vogti fue descubierta apenas en 2018 y se distingue por su pequeño tamaño: los adultos miden alrededor de 10 centímetros, y los recién nacidos apenas alcanzan los dos centímetros, aproximadamente el ancho de un dedo pulgar adulto.
Esta diminuta tortuga habita en humedales y lagunas de agua dulce que se han reducido a menos de 20 hectáreas debido a la urbanización acelerada, lo que la convierte en una especie extremadamente vulnerable.
Además de la pérdida de hábitat, enfrenta múltiples amenazas: contaminación de lagunas, incendios provocados, competencia con especies invasoras como la tortuga de orejas rojas, atropellamientos y, sobre todo, el tráfico ilegal internacional.
La demanda en Asia por animales exóticos la ha vuelto codiciada, llegando a precios exorbitantes en mercados negros. Entre diciembre de 2024 y febrero de 2025 se registraron varios decomisos que incluían tortugas Casquito de Vallarta destinadas a ser enviadas fuera de México.
Alejandra Monsiváis Molina, directora de la Asociación Civil Estudiantes Conservando la Naturaleza (ECN), subraya que esta especie, recién descubierta y con características únicas, requiere esfuerzos urgentes de conservación: “Nuestro enfoque es proteger las tortugas continentales y de agua dulce, porque muchas de estas especies aún son poco estudiadas y extremadamente vulnerables”.
Un símbolo de esperanza para la biodiversidad mexicana
El nacimiento de “Migaja” no solo representa un avance científico, sino un mensaje de esperanza y responsabilidad ambiental. Según Dávalos, este hito permitirá generar más conocimiento sobre la especie, aumentar sus colonias y fortalecer la investigación para garantizar su supervivencia.
La expectativa es que, en los próximos años, más crías nacidas en cautiverio puedan integrarse de manera segura a su hábitat natural, evitando que esta especie emblemática desaparezca.
“Cada pequeño Casquito de Vallarta que nazca es una victoria contra la extinción y un recordatorio de que la acción humana bien dirigida puede revertir el daño que hemos causado al medio ambiente”, concluyó el especialista.
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