Una investigación del King’s College London plantea que la energía solar captada desde satélites en órbita geoestacionaria podría reducir hasta 80 % la necesidad de renovables terrestres en Europa y generar un ahorro anual de casi 36,000 millones de euros. Sin embargo, los retos técnicos, los costos y la aceptación social podrían frenar su implementación.
Solar desde el espacio: energía continua y eficiente
La propuesta, conocida como space-based solar power (SBSP), consiste en instalar grandes paneles solares en el espacio, donde la radiación solar es constante, sin interrupción por ciclo día-noche, fenómenos meteorológicos o desastres naturales. La energía captada se transmitiría a la Tierra mediante microondas a estaciones receptoras, convirtiéndose en electricidad para alimentar la red o almacenarse.
El SBSP se plantea como un complemento al crecimiento de la energía solar terrestre, que en Europa representó 11 % de la electricidad generada en 2024, superando al carbón, que cayó a cerca de 10 % del mix eléctrico. Además, representa 22 % de la electricidad renovable en la Unión Europea.
Los investigadores modelaron la red eléctrica europea proyectada para 2050 y concluyeron que el diseño RD1 (heliostat-swarm) podría reemplazar hasta 80 % de la energía generada por renovables terrestres como la solar y la eólica. Esto también reduciría la necesidad de almacenamiento en baterías en más de dos tercios y permitiría ahorros de entre 7 % y 15 % en costos totales, equivalentes a 35,900 millones de euros anuales.
Un reto para las metas climáticas europeas
La Unión Europea busca reducir al menos 55 % de sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y alcanzar la neutralidad climática en 2050. Mantener el ritmo de crecimiento de la energía solar terrestre es complejo: el plan REPowerEU plantea instalar entre 60 y 70 GW de nueva capacidad solar al año, un aumento equivalente a casi 20 % de toda la capacidad fotovoltaica europea construida en décadas.
SBSP podría mejorar la resiliencia energética frente a fenómenos extremos o cortes de suministro, complementando las renovables terrestres y acelerando la transición hacia la neutralidad climática.
Costos y desafíos técnicos frenan la implementación
No obstante, los costos de capital de la energía solar espacial deberán caer hasta 14 veces respecto al solar terrestre proyectado para 2050. Además, persisten retos técnicos en la transmisión inalámbrica de energía y el montaje en órbita, riesgos de basura espacial y desafíos de seguridad y aceptación social.
El Science Media Centre advierte que “la energía solar espacial aún debe considerarse una opción en etapa temprana de desarrollo y no un sustituto inmediato de las renovables terrestres”.
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