El papa León XIV, el primer pontífice estadounidense, presidió un acto cargado de simbolismo en el Vaticano al bendecir un bloque de hielo traído desde Groenlandia, en conmemoración del décimo aniversario de la encíclica Laudato Si’ de su predecesor, el papa Francisco. Frente a más de mil representantes de organizaciones ambientales e indígenas, el pontífice tocó el fragmento glacial que se derretía lentamente bajo el sol romano, transformando la escena en una metáfora poderosa de la urgencia climática.
«Señor de la Vida, bendice esta agua, que despierte nuestros corazones, limpie nuestra indiferencia, alivie nuestro dolor y renueve nuestra esperanza», invocó León XIV, abogando por una «verdadera conversión ecológica» que transforme estilos de vida personales y comunitarios.
El evento, inauguración de la conferencia Raising Hope for Climate Justice organizada por el Movimiento Laudato Si’, reunió a líderes religiosos, científicos y activistas en Castel Gandolfo. León XIV, de 68 años y conocido por su énfasis en la justicia social, criticó a los escépticos que «ridiculizan a quienes hablan del calentamiento global» y advirtió que «dañar la naturaleza es incompatible con la fe cristiana». Ante el bloque de hielo —que viajó 5.000 kilómetros para simbolizar el derretimiento polar—, declaró: «No podemos amar a Dios mientras despreciamos sus criaturas». El actor Arnold Schwarzenegger, invitado especial, lo presentó como un «héroe de acción» por impulsar paneles solares en la Santa Sede.
Esta bendición no fue mero ritual: León XIV anunció un plan ambicioso para convertir al Vaticano en el primer Estado carbono neutral del mundo, con una granja solar que generará energía limpia para sus 1.400 habitantes y operaciones.
«Debemos pasar de la recopilación de datos al cuidado, y de los discursos medioambientales a una conversión ecológica», urgió, citando Laudate Deum de Francisco, que en 2023 alertaba sobre la «burla» a los signos climáticos y culpaba a los pobres de sus mayores sufrimientos.
Un legado que resuena: De Francisco a León XIV
Laudato Si’, promulgada en 2015 antes del Acuerdo de París, criticó el consumismo y llamó a proteger la «casa común». Su décimo aniversario, en un año de récords de calor y huracanes intensos, inspiró esta conferencia con más de 400 líderes de todo el mundo. Schwarzenegger y representantes de comunidades afectadas —de Filipinas a los Andes— vertieron aguas de sus regiones en un cuenco, simbolizando el «grito de la tierra y de los pobres». Chiara Martinelli, de Climate Action Network Europe, elogió: «Estamos en tiempos difíciles; buscamos liderazgo, y el papa lo da».
León XIV, elegido en 2023 como el papa 267, ha continuado el énfasis ecológico de Francisco, integrándolo en su doctrina sobre justicia integral. Críticos conservadores, como Jack Posobiec y Matt Walsh en redes, cuestionaron el gesto como «teatro climático», pero la mayoría aplaudió su urgencia. En X, #PapaLeoXIV y #LaudatoSi10 acumularon millones de interacciones, con videos del hielo derritiéndose viralizándose: «Una bendición que derrite indiferencia», tuiteó un usuario con 50k likes.
El papa instó a la sociedad a «presionar» por normativas estrictas contra el cambio climático, recordando que Dios juzgará por el cuidado de la creación.
«Escuchemos el grito de la tierra y de los pobres», repitió, alineando su mensaje con los 1.2 mil millones de católicos globales.
La conferencia, que dura hasta el 3 de octubre, incluye paneles sobre restauración y diálogo interreligioso, con el Dicasterio para el Desarrollo Humano y Caritas como socios.
Este acto simbólico, en un Vaticano que ya instaló paneles solares en 2024, posiciona a León XIV como puente entre fe y ecología. En un mundo donde el calentamiento global amenaza con 1.5°C de aumento para 2030, su bendición no es solo agua: es un llamado a la acción, donde la conversión ecológica se vuelve imperativa cristiana. El hielo se derrite, pero la esperanza, renovada, perdura.
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