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    “Photinus mariasabinae”: nueva luciérnaga del Bosque de Chapultepec honra el legado de María Sabina

    El Bosque de Chapultepec vuelve a brillar, literalmente. Una nueva especie de luciérnaga descubierta en su ecosistema fue nombrada Photinus mariasabinae, en honor a la curandera mazateca María Sabina, símbolo de sabiduría ancestral y respeto por la naturaleza. La decisión, tomada por votación ciudadana, busca unir ciencia y memoria cultural en un mismo destello.

    El anuncio fue realizado por la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), en coordinación con la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP) y el Instituto de Ecología de la UNAM. La presentación coincidió con el Día Internacional de las Mujeres Rurales, una fecha que reconoce el papel de las mujeres en la conservación de la vida y la transmisión de saberes tradicionales.

    “Nombrar a esta luciérnaga María Sabina representa un homenaje a quienes, desde la raíz, han mantenido viva la relación entre los pueblos y la tierra”, destacó la Sedema en su comunicado.

    Un ejercicio de ciencia ciudadana que ilumina el bosque

    La elección del nombre fue resultado de un proceso abierto del 26 de septiembre al 5 de octubre, mediante la plataforma Plaza Pública de la ADIP. Más de 15 mil personas participaron en la consulta, que formó parte de una iniciativa de ciencia ciudadana impulsada por el Comité Científico y Cultural para la Identidad Taxonómica de la Luciérnaga de Chapultepec.

    Los tres nombres más votados fueron María Sabina, Malinalli Tenepal e Irene Elena Motts Beal, mujeres cuyas vidas y aportes reflejan distintas formas de iluminar la historia de México. La votación final fue una muestra del interés ciudadano por reconocer el papel de las mujeres en la ciencia, la cultura y la relación con la naturaleza.

    “Este ejercicio nos recuerda que la biodiversidad no solo se conserva con laboratorios, sino con comunidad y memoria colectiva”, señaló la doctora Laura López, integrante del Instituto de Ecología de la UNAM.

    Chapultepec: un laboratorio vivo de biodiversidad urbana

    Con este hallazgo, el Bosque de Chapultepec reafirma su papel como uno de los pulmones verdes más importantes del país y un espacio vivo de investigación científica. El equipo técnico y académico encargado del descubrimiento continuará con el proceso de registro formal de la especie ante la comunidad internacional, lo que permitirá reconocer oficialmente su existencia y características únicas dentro del género Photinus.

    El gobierno capitalino destacó que la conservación de este tipo de especies urbanas es un paso crucial para entender los efectos del cambio climático y la contaminación lumínica en los ecosistemas de la Ciudad de México. Además, fortalece el vínculo entre la ciudadanía y la biodiversidad que habita en espacios públicos como Chapultepec, uno de los parques urbanos más antiguos de América Latina.

    “Con la participación de la gente, la ciencia se vuelve más humana y cercana”, afirmó la titular de Sedema, Marina Robles García. “Esta luciérnaga nos recuerda que aún hay vida que brilla en medio del concreto”.

    El hallazgo y su nombre —Photinus mariasabinae— representan una convergencia entre conocimiento académico y espiritualidad ancestral, reafirmando que la naturaleza también es cultura.

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