Después de décadas de incertidumbre sobre su existencia, el conejo de Omiltemi (Sylvilagus insonus) ha sido redescubierto en la sierra de Guerrero, un hallazgo posible gracias a la colaboración con comunidades locales, que han jugado un papel clave en la identificación y estudio de esta especie endémica en peligro.
En entrevista con Mongabay, el investigador José Alberto Almazán-Catalán detalló que entre 2020 y 2022 se realizaron expediciones científicas en la región del Filo Mayor, donde se consultó directamente a los habitantes. Muchos campesinos confirmaron la existencia del conejo, e incluso donaron ejemplares para análisis genéticos, lo que permitió verificar la identidad de la especie, que se consideraba desaparecida para la ciencia.
“Fue una alegría tener este animalito en las manos y saber que está ahí, vivo, que sigue brincando y que esperamos que por mucho tiempo lo sigamos encontrando y siga habitando esta región de la sierra de Guerrero”, expresó Almazán-Catalán.
Conservación desde lo local
El conejo de Omiltemi es ahora la decimotercera especie redescubierta bajo la iniciativa “Search for Lost Species” de la organización Re:wild, que se dedica a localizar y proteger especies que no habían sido vistas durante al menos diez años.
Según el biólogo Fernando Ruiz-Gutiérrez, el trabajo con ejidos y comunidades locales será esencial para garantizar la conservación a mediano y largo plazo, sobre todo en zonas donde el conejo sigue siendo utilizado como fuente de alimento.
Aunque ya existen áreas naturales protegidas en la región, como el Área Destinada Voluntariamente a la Conservación (ADVC) Cordón Grande y la Reserva de la Biosfera Sierra de Tecuani, otras subpoblaciones, como las de Atoyac y Chilpancingo, carecen de protección formal, lo que subraya la urgencia de ampliar las estrategias de preservación.

Una oportunidad para la biodiversidad mexicana
El redescubrimiento de esta especie no solo representa un triunfo para la ciencia y la conservación, sino también un llamado de atención sobre la riqueza biológica que aún permanece sin documentar o protegida en México.
“Este hallazgo indica que nos hace falta mucho trabajo en campo todavía porque, a pesar de que creemos tener todas las especies documentadas, no es así”, concluyó Almazán-Catalán.
El conejo de Omiltemi, endémico de los bosques de niebla y zonas templadas del estado de Guerrero, es un símbolo del delicado equilibrio ecológico de la región. Su supervivencia dependerá no solo del esfuerzo institucional, sino de una alianza efectiva con las comunidades que han convivido con esta especie durante generaciones.
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