El Gobierno de México ha dado un paso histórico al incorporar al sargazo del Caribe en la Carta Nacional Pesquera como un recurso sostenible con potencial económico y ecológico. Esta decisión permite un manejo técnico y regulado de la macroalga, tradicionalmente percibida como un problema ambiental, abriendo nuevas oportunidades para las comunidades costeras que dependen de la pesca y el turismo.
Potencial ecológico y económico del sargazo
El sargazo holopelágico es un ecosistema flotante que funciona como hábitat y fuente de alimento para especies de alto valor comercial, como dorado, atunes y jureles. Además de su importancia biológica, contribuye a la fijación de carbono, la absorción de metales pesados y la protección de dunas costeras, consolidando su papel como elemento clave en la salud ambiental del Caribe mexicano.
Con la actualización publicada el 6 de agosto en el Diario Oficial de la Federación, el sargazo podrá emplearse en la elaboración de fertilizantes, biocombustibles, bioplásticos, biomateriales, textiles, alimentos para animales y purificadores de agua. Se prevé una recolección anual de hasta 945 mil toneladas con apoyo de embarcaciones especializadas, como el Buque Sargacero Oceánico, diseñado por la Secretaría de Marina para operaciones seguras y sostenibles.
Crecimiento rápido y necesidad de regulación
El Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentables (IMIPAS) advierte que la biomasa del sargazo puede duplicarse en menos de tres semanas, lo que demanda un monitoreo constante y planes de manejo pesquero específicos. Por ello, se propone avanzar hacia una normatividad particular bajo el enfoque de Manejo Integrado de Zonas Costeras, que implique la coordinación de autoridades, academia y sector productivo.
La Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) y la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) participan en la implementación de estas estrategias, garantizando que el aprovechamiento económico del sargazo se realice con respeto a los ecosistemas y bajo criterios de sostenibilidad.
Impacto en las comunidades costeras
El aprovechamiento del sargazo como recurso económico representa una oportunidad para diversificar ingresos en comunidades afectadas por la llegada masiva de esta macroalga. La integración de la ciencia y la gestión pesquera permitirá que los habitantes locales participen en la recolección, procesamiento y comercialización de productos derivados, contribuyendo a mejorar su economía sin comprometer el entorno natural.
Expertos destacan que este modelo de gestión puede convertirse en referente internacional, demostrando que es posible transformar un problema ambiental en una solución productiva y sostenible, capaz de generar empleo y proteger los ecosistemas marinos.
Hacia un manejo sostenible y estratégico
Con la actualización de la Carta Nacional Pesquera, México establece las bases para que el sargazo deje de ser solo un reto ambiental y pase a ser un recurso estratégico. La medida busca equilibrar la restauración ecológica con alternativas de desarrollo económico, asegurando que el aprovechamiento del recurso sea eficiente, seguro y beneficioso para las comunidades costeras.
El gobierno federal ha subrayado que esta estrategia es parte de un esfuerzo integral que combina investigación científica, desarrollo económico y políticas ambientales. La medida también refuerza el compromiso de México con la sostenibilidad y la gestión responsable de sus recursos marinos, consolidando al sargazo como un activo con valor ambiental, social y económico.
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