El gobierno de México registrará en 2025 el déficit fiscal más alto para un primer año de administración en al menos cuatro sexenios, alcanzando el 3.9% del PIB, superando el 3.8% de Enrique Peña Nieto en 2013 y niveles desde 2000, según el reporte semestral Fiscal Monitor del Fondo Monetario Internacional (FMI). Además, la deuda neta del gobierno escalará a su proporción más elevada en 20 años, por encima del pico pandémico de 2020, un panorama que urge un gasto público «más inteligente» para impulsar crecimiento en economías restringidas post-COVID, advierten expertos del FMI durante el lanzamiento del informe en las Reuniones Anuales del FMI y Banco Mundial.
Esta proyección, basada en 191 países miembros, refleja las finanzas mexicanas bajo Claudia Sheinbaum: un déficit que se moderará a 2.9% del PIB en 2027, pero mantendrá deuda neta en 53.6% del PIB este año, subiendo a 54% en 2026-2030, por encima del 50.8% estimado para 2029 en informes previos. El FMI enfatiza: tras la pandemia, con deudas globales en 95.1% del PIB, un gasto estratégico —en infraestructura y social— genera valor, no solo contención. Para México, el 3.9% inicial responde a cierre de proyectos de la 4T, pero Hacienda prevé estabilizar en 51.4% de deuda para 2025, un 0.9% más que en 2024 por depreciación cambiaria.
Finanzas al límite: Comparación histórica y riesgos emergentes
El déficit de 3.9% supera el promedio emergente (6.1%), pero México enfrenta presiones únicas: ingresos en baja (23.3% del PIB en 2028) y gasto en 26.3% en 2025, un 0.4% menos que en 2024. Peña Nieto marcó 3.8% en 2013 por reforma energética; ahora, con PIB proyectado en 1.0% para 2025, el FMI ve riesgo de encarecimiento por aranceles globales, elevando intereses en 2.8 puntos porcentuales la deuda mundial.
Jaco Cilliers, del FMI, urgió en el lanzamiento: “Retrasar ajustes fiscales es costoso; México debe priorizar inversión productiva”. Vitor Gaspar, director de Asuntos Fiscales, confía en la consolidación: “De 5.9% en 2024 a 3.5% en 2025 es viable con disciplina”. Sin embargo, Era Dabla-Norris advierte: “El diseño importa; sin él, la deuda crece pese a recortes”.
Ojos en el horizonte: Consolidación o presión calificadora
Hacienda estima PIB en 2.0-3.0% para 2025, clave para el ajuste, pero analistas como Citi ven complicaciones: déficit podría quedar en 5.0% si ingresos fallan. Agencias como Moody’s vigilan: por encima de 51.4%, riesgo de downgrade. Sheinbaum, en mañanera reciente, reiteró: “Consolidaremos sin recortes sociales; el gasto inteligente es nuestro norte”.
El Fiscal Monitor, base para debates globales, pinta un México resiliente pero vulnerable: deuda por encima de pares emergentes (70.8% promedio), pero con margen para maniobra. En un mundo de aranceles y fragmentación, el 3.9% es un desafío, no un veredicto. La pregunta: ¿convertirá México su gasto en motor de equidad y crecimiento? El FMI observa.
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