Acapulco vuelve a brillar. Tras años de adversidad climática, el puerto recibió una noticia que lo coloca nuevamente en el escenario internacional: los clavadistas de la Quebrada obtuvieron el certificado de Récord Guinness por haber realizado cinco millones de saltos de cabeza desde su icónico acantilado de 35 metros.
Una hazaña construida con generaciones de valor
Desde 1934, los clavadistas han convertido este acto extremo en un símbolo de identidad. Día tras día, escalan la pared rocosa, esperan el momento exacto en que la marea lo permite, y se lanzan hacia una entrada de apenas siete metros de ancho por cuatro de profundidad. Un margen mínimo para el error, que requiere precisión, temple y años de práctica.
Durante la ceremonia especial organizada para recibir el reconocimiento Guinness, se llevaron a cabo 12 clavados, incluidos los de una joven y dos menores de edad. El salto número cinco millones fue ejecutado por Amadeo Alcocer, un clavadista de 18 años que inició su formación a los 12. Antes de lanzarse, se encomendó a la Virgen de Guadalupe, consciente del peso simbólico del acto y de la capa que llevaba, adornada con el logo del récord.
“El salto con esta capa es más complicado. Hace mucho viento y eso desestabiliza mucho el clavado”, explicó Amadeo ante los medios, tras convertirse en parte de la historia viva del puerto.

Una marca de identidad, una señal de resiliencia
Gustavo Gatica Gorostieta, presidente de la Asociación de Clavadistas de la Quebrada, enfatizó que este logro es el fruto de décadas de dedicación. “Hemos derramado lágrimas, sudor, esfuerzo, dolor, sacrificio y miedo… Siempre con amor por nuestro trabajo y para promocionar a la Quebrada, Acapulco y Guerrero, que se lo merecen”, declaró con orgullo.
La hazaña no solo destaca por el número alcanzado, sino por el contexto en que ocurre. Luego de los daños provocados por los huracanes Otis (2023) y John (2024), el turismo en Acapulco se vio duramente golpeado. Sin embargo, este reconocimiento representa una nueva oportunidad para recuperar la atención del mundo y revivir la vocación turística del puerto.
Durante la entrega del certificado, estuvieron presentes la representante de Guinness World Records en México, Ingrid Rodríguez Borja; la secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez Zamora; y la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado. Esta última resaltó la proeza física de los clavadistas, quienes al saltar desde 35 metros alcanzan velocidades de hasta 90 kilómetros por hora. Pero también subrayó el valor simbólico del evento: “Este récord no solo es un logro deportivo, es un símbolo de la resiliencia de Acapulco”.
Este récord Guinness no es una anécdota más. Es una afirmación rotunda de que, pese a las adversidades, Acapulco sigue de pie y tiene motivos para ser admirado. Y en cada salto, los clavadistas lo recuerdan al mundo.
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