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    El vino mexicano es elevado por Monte Xanic a escalas internacionales

    Desde el corazón del Valle de Guadalupe, Monte Xanic ha revolucionado la percepción del vino mexicano, logrando un prestigio internacional en sus 37 años de historia. Fundada con la visión de destacar el carácter único de México, la bodega ha marcado hitos en calidad, innovación y sostenibilidad, posicionándose como un referente en la industria vinícola.

    El secreto detrás del éxito: la geografía y la sostenibilidad

    Hans Backhoff, director general de Monte Xanic, atribuye gran parte del éxito de la bodega a las condiciones únicas de Baja California. El clima semiárido de la región ofrece el ambiente ideal para la vid, que requiere significativamente menos agua que otros cultivos. Según Backhoff, la bodega utiliza 350 litros de agua por botella, menos de la mitad del promedio de la industria, gracias a un manejo eficiente del recurso hídrico en sus 80 hectáreas de viñedos.

    La sostenibilidad es un pilar central en Monte Xanic. La bodega utiliza prácticas agrícolas regenerativas y ha implementado energía solar en sus operaciones. También ha reducido el peso de sus botellas y obtenido certificaciones orgánicas y veganas, destacando su compromiso con el medio ambiente.

    Producción y liderazgo en el mercado

    Monte Xanic produce anualmente 100,000 cajas de vino, equivalentes a 900,000 litros, de los cuales 450,000 litros son madurados en 2,000 barricas. Entre sus logros más destacados, el vino Gran Ricardo lidera el mercado de vinos ultrapremium en México, acaparando el 43% del segmento de vinos con precios superiores a 1,100 pesos.

    Además, Monte Xanic es el principal exportador de vinos premium mexicanos, enviando 10,000 cajas al año a mercados internacionales. Este éxito refleja no solo la calidad de sus productos, sino también el crecimiento general de la industria vinícola mexicana, que se ha consolidado como una tradición más allá de una moda pasajera.

    Tecnología e innovación: precisión en cada etapa

    La bodega ha integrado tecnología de precisión para optimizar el cultivo de sus viñedos. Desde el uso de tensiómetros hasta sistemas automatizados de riego, Monte Xanic monitorea cuidadosamente cada etapa del crecimiento de la vid. Esto les permite ajustar las necesidades de agua y nutrientes, incluso frente a desafíos climáticos como heladas y olas de calor.

    Además, la implementación de prácticas regenerativas garantiza suelos equilibrados y saludables, lo que resulta en vides más productivas y una calidad superior del vino.

    Gran Ricardo: el ícono del vino mexicano

    El vino Gran Ricardo simboliza el avance del vino mexicano en el mercado mundial. Este producto ultrapremium no solo ha desafiado a vinos extranjeros, sino que ha consolidado a Monte Xanic como un líder en el segmento. “Liderar un segmento históricamente dominado por vinos importados es un reflejo del esfuerzo colectivo de la bodega”, destaca Backhoff.

    La evolución del vino mexicano

    El impacto de Monte Xanic va más allá de sus logros individuales. En las últimas dos décadas, el consumo de vino en México ha crecido de 180 mililitros per cápita a 1.3 litros, mientras que el número de bodegas en el país ha aumentado de ocho a más de 400 proyectos en 17 estados. A pesar de este crecimiento, 65% del vino consumido en México sigue siendo importado, lo que deja un amplio margen para que el vino nacional amplíe su presencia en el mercado.

    Un futuro prometedor para la industria vinícola mexicana

    Monte Xanic no solo ha llevado al vino mexicano a la excelencia internacional, sino que también ha inspirado a una nueva generación de productores y consumidores. Con su compromiso con la sostenibilidad, la innovación y la calidad, la bodega continúa siendo un símbolo del potencial de la industria vinícola mexicana y su capacidad para competir en los mercados más exigentes del mundo.

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