El hidromiel es una de las bebidas fermentadas más antiguas de la humanidad, con registros que datan de más de 9.000 años. Se cree que su origen está en la Europa antigua y en algunas culturas africanas y asiáticas. Sin embargo, fueron los vikingos, celtas y griegos quienes lo convirtieron en una bebida emblemática. Para ellos, el hidromiel no solo era una bebida alcohólica, sino un elixir con propiedades casi místicas.
En la mitología nórdica, se decía que el hidromiel era la bebida de los dioses en Asgard y que quienes lo bebían obtenían sabiduría y fuerza. Según las leyendas, el hidromiel de la poesía fue creado a partir de la sangre del sabio Kvasir, quien fue asesinado por dos enanos. Esta bebida mágica confería inspiración y conocimiento a quienes la consumían. Por otro lado, en la antigua Grecia, se creía que el hidromiel era un regalo de los dioses para los mortales, y en muchas culturas se asociaba con la fertilidad y la longevidad.
Elaborado mediante la fermentación de miel, agua y levadura, su sabor puede variar dependiendo del tiempo de maduración y de los ingredientes adicionales utilizados, como especias o frutas. A pesar de que su popularidad disminuyó con la llegada de la cerveza y el vino, en la actualidad ha resurgido gracias al interés por las bebidas artesanales y la gastronomía histórica.
Hoy en día, el hidromiel se comercializa de manera industrial en diversos países, donde ha ganado popularidad entre los amantes de las bebidas fermentadas. Existen marcas que han perfeccionado su producción, ofreciendo variedades con diferentes niveles de dulzura, graduación alcohólica y perfiles de sabor. Algunas empresas incluso han innovado con hidromiel espumoso o mezclado con frutas y especias, atrayendo a nuevos consumidores.
El auge de la hidromiel ha llevado a la creación de festivales y concursos dedicados a esta bebida, donde productores artesanales y grandes compañías compiten por ofrecer las mejores versiones. Su comercialización no solo ha impulsado su consumo, sino que ha revalorizado su historia y tradición, convirtiéndola en una opción sofisticada y llena de cultura para quienes buscan probar algo diferente.
Cómo preparar hidromiel casero
Ingredientes:
- 1 litro de agua
- 300 g de miel pura
- 1 g de levadura para vino o cerveza
- 1 rama de canela (opcional)
- Cáscara de naranja o limón (opcional)
Preparación:
- Calienta el agua sin que hierva y disuelve la miel en ella.
- Deja enfriar la mezcla a temperatura ambiente y agrega la levadura.
- Vierte en un recipiente hermético con una válvula de fermentación o una botella con un globo perforado en la boca para liberar el gas.
- Deja fermentar en un lugar oscuro y fresco durante 2 a 4 semanas.
- Filtra la bebida y refrigérala antes de servir.
El hidromiel es ideal para acompañar carnes o quesos, y su sabor varía según el tiempo de fermentación. En la actualidad, existen variaciones modernas que incluyen infusiones con hierbas y frutas para obtener matices más complejos y aromáticos.
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