El streamer español Kelton D, conocido por sus retos de viaje extremos, ha generado una oleada de indignación global tras ser grabado empujando a un anciano en dos ocasiones durante un directo en un tren de Fukuoka, Japón. El incidente, ocurrido el 23 de septiembre de 2025 en un vagón de silencio, se viralizó rápidamente en redes, avivando críticas por su aparente falta de respeto a las normas locales. Según testigos y la versión del propio Kelton, el enfrentamiento estalló cuando el hombre mayor le recriminó por hacer ruido y grabar sin permiso, tocándole el brazo e intentando golpearlo tres veces, lo que provocó la reacción del creador de contenido.
El video, capturado en su transmisión en Kick, muestra al anciano aproximándose con gestos de molestia —hablando en japonés y señalando el teléfono de Kelton—, quien responde con empujones para apartarlo. El streamer, de 25 años y con miles de seguidores en Twitch y Kick, estaba en un reto de «sobrevivir 30 días en Japón con 100 euros», durmiendo en la calle y provocando interacciones para generar views.
«Tanto la persona como yo actuamos mal. El señor, por ser grosero conmigo e intentar golpearme tres veces seguidas, y yo, por empujarlo», escribió Kelton en un mensaje de disculpa que borró horas después.
Choque cultural: Normas niponas vs. Turismo de espectáculo
El suceso reaviva el debate sobre el «turismo de espectáculo», donde streamers buscan reacciones virales ignorando costumbres locales. En Japón, el silencio en el transporte público es sagrado, y grabar en trenes como los de Hankyu requiere permiso previo; violarlo puede acarrear multas o expulsión. Kelton ocupaba un asiento prioritario para mayores, agravando la percepción de irrespeto. En redes japonesas como X, usuarios exigieron su deportación: «¡Fuera de Japón! No respetan nuestras reglas», tuiteó @tkzwgrs con un clip que acumula millones de vistas.
Expertos en etiqueta nipona, como la profesora Yumi Tanaka citada en El Confidencial, explican: «El silencio y la privacidad son pilares sociales; un extranjero ruidoso en un tren es visto como invasivo». Kelton, quien ha enfrentado críticas previas por gritar en templos o incomodar a mujeres en la calle, insistió en su defensa: «Actué en posición defensiva». Sin embargo, la plataforma Kick suspendió indefinidamente su cuenta, y Twitch reporta un cierre temporal por el hate.
La controversia ha dividido opiniones: fans lo defienden como «víctima de agresión», mientras detractores lo tildan de «tóxico». En Flooxer Now, un analista lo llama «bochornoso para el streaming español», comparándolo con incidentes de IlloJuan en Japón. Por ahora, Kelton no confirma si continuará su gira en Japón ni si apelará el ban de Kick. Su futuro en el streaming pende de un hilo, recordándonos que la viralidad tiene un precio: el respeto ajeno. ¿Aprenderá la lección, o el escándalo impulsará más views? El público japonés, paciente pero firme, ya emitió su veredicto.
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