El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó este martes suspender todo intercambio de información con las agencias de inteligencia de Estados Unidos, en protesta por los recientes ataques estadounidenses contra embarcaciones en el Caribe. La medida, que impacta la cooperación antidrogas entre ambos países, permanecerá vigente “mientras continúen los ataques con misiles”, advirtió el mandatario.
Petro endurece su postura ante Washington
“Se da orden a todos los niveles de la inteligencia de la fuerza pública suspender envío de comunicaciones y otros tratos con agencias de seguridad estadounidenses”, escribió Petro en su cuenta de X. Aclaró que la decisión responde a la defensa de los derechos humanos en la región: “La lucha contra las drogas debe subordinarse a los derechos humanos del pueblo caribeño”.
El anuncio profundiza la tensión diplomática entre Bogotá y Washington, deteriorada desde que el presidente estadounidense Donald Trump acusó públicamente a Petro de “aliarse con el narcotráfico”. La suspensión del intercambio afecta el flujo de información estratégica que, durante décadas, ha sido la base de la cooperación militar y antidrogas entre ambos países.
El mandatario colombiano ha insistido en que la estrategia de EE. UU. contra el narcotráfico “ha fracasado” y que los ataques aéreos en el Caribe representan una violación al derecho internacional. “No se puede combatir un delito cometiendo otro”, declaró recientemente en un evento público, en alusión a las operaciones letales que Washington ha ejecutado sin coordinación previa con los países de la región.
Crecen las tensiones por el despliegue militar estadounidense
El Departamento de Defensa de EE. UU. confirmó la semana pasada que el grupo de ataque del portaaviones Gerald Ford fue trasladado a aguas latinoamericanas para reforzar la presencia militar en el Caribe. Este movimiento se suma a ocho buques de guerra, un submarino nuclear y varios cazas F-35 que ya patrullan la zona, según fuentes militares.
En total, las fuerzas estadounidenses han ejecutado 19 ataques contra embarcaciones sospechosas de transportar narcóticos en el Caribe y el Pacífico de América Latina, dejando al menos 76 muertos. Organizaciones de derechos humanos han exigido explicaciones sobre la legalidad de esas operaciones, al considerar que muchas se efectuaron fuera de combate y sin orden judicial.
Petro ha propuesto sustituir la actual política de guerra contra las drogas por un modelo centrado en la regulación y en la atención social a las comunidades productoras. Su gobierno también busca reconfigurar las relaciones de seguridad con países como México, Venezuela y Brasil, apostando por una “estrategia latinoamericana soberana”.
La suspensión del intercambio de inteligencia marca un punto de quiebre en la histórica cooperación entre Colombia y EE. UU., iniciada desde el Plan Colombia en 2000. Washington aún no ha emitido una respuesta oficial a la orden del presidente Petro.
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