El presidente Donald Trump firmó la ley aprobada por el Congreso que pone fin al cierre de gobierno más prolongado en la historia de Estados Unidos, que se extendió por 43 días. Con el acuerdo, impulsado por la mayoría republicana, se garantiza el financiamiento de las principales agencias federales y el retorno de más de un millón de empleados a sus funciones.
“Es un honor firmar este increíble proyecto de ley y lograr que nuestro país vuelva a funcionar”, declaró Trump desde el Despacho Oval al rubricar el documento, acompañado de legisladores republicanos. La Cámara de Representantes aprobó la medida con 222 votos a favor y 209 en contra, incluyendo el apoyo de seis demócratas, tras intensas negociaciones que paralizaron la administración pública durante más de seis semanas.
Republicanos logran acuerdo con ajustes en gasto social
El acuerdo bipartidista permitirá financiar las operaciones gubernamentales hasta el 30 de enero del próximo año. Entre los principales puntos destaca el aumento de recursos destinados a la Patrulla Fronteriza y los servicios migratorios, con el propósito de fortalecer la capacidad de control en la frontera sur. También se asignaron fondos adicionales al Departamento de Asuntos de Veteranos para mejorar hospitales y ampliar beneficios médicos, además de nuevos recursos para el Departamento de Agricultura enfocados en programas de nutrición infantil y asistencia alimentaria.
No obstante, el texto final generó el rechazo de los líderes demócratas en ambas cámaras. El desacuerdo se centró en la exclusión de subsidios para la asistencia sanitaria, lo que implicará una reducción en el financiamiento de programas como el Obamacare a partir de diciembre. “Es un retroceso en materia de salud pública que afectará a millones de familias”, advirtió un portavoz demócrata al cierre de la votación.
Durante la ceremonia de firma, Trump aprovechó para enviar un mensaje al Congreso: “Si elimináramos la obstrucción parlamentaria, esto nunca volvería a suceder”, dijo, refiriéndose a los bloqueos legislativos que complicaron la aprobación del presupuesto. El mandatario también aludió a las elecciones intermedias de 2026 al señalar que “no olviden que tenemos otra fecha próxima en un futuro no muy lejano”.
Reacciones políticas y efectos inmediatos
El cierre de gobierno afectó a más de 1.3 millones de trabajadores federales que dejaron de percibir su salario, además de causar la cancelación de miles de vuelos domésticos por falta de personal de control aéreo. Las agencias comenzaron este jueves la reactivación de operaciones tras recibir la notificación oficial de reapertura. Se espera que los pagos atrasados sean restituidos en un plazo de diez días hábiles, según el Departamento del Tesoro.
Analistas en Washington consideran que la firma de la ley representa una victoria política para los republicanos, que lograron incorporar su agenda de gasto prioritario, aunque con un costo de desgaste institucional. “El país vuelve a funcionar, pero las heridas políticas persisten”, afirmó el analista David Coleman en declaraciones a medios locales.
Durante el acto en la Casa Blanca, la tensión aumentó cuando un periodista intentó preguntar al presidente sobre los recientes documentos del caso Epstein. Trump optó por no responder y pidió a la prensa abandonar el lugar. Los archivos judiciales mencionan posibles vínculos indirectos entre el mandatario y las investigaciones del magnate financiero fallecido, aunque no existe imputación formal en su contra.
Con la reapertura del gobierno, los mercados financieros mostraron señales positivas. El índice Dow Jones subió un 0.7% al cierre del miércoles, impulsado por la expectativa de estabilidad presupuestaria. Sin embargo, economistas advirtieron que las consecuencias económicas del cierre aún se sentirán en sectores como el transporte y los servicios públicos durante las próximas semanas.
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