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    «Cártel de Sinaloa usó datos telefónicos y cámaras de vigilancia para rastrear y asesinar informantes del FBI»

    Un hacker vinculado al Cártel de Sinaloa logró infiltrarse en sistemas de datos y obtener registros confidenciales del FBI para rastrear y asesinar a informantes de la agencia estadounidense en México, según reveló este jueves un informe del Inspector General del Departamento de Justicia de Estados Unidos.

    El reporte, que forma parte de una auditoría sobre los esfuerzos del FBI frente a la “vigilancia técnica ubicua”, destapa una grave vulneración a la seguridad de sus operaciones encubiertas en territorio mexicano y evidencia cómo el crimen organizado ha aprovechado el acceso a tecnología avanzada y redes de información para frustrar investigaciones federales.

    Hackeo contra la embajada de EE. UU. en México

    Según el documento, el hacker trabajaba directamente para el Cártel de Sinaloa, el cual era dirigido entonces por Joaquín «El Chapo» Guzmán —extraditado a Estados Unidos en 2017— y operaba una red sofisticada de espionaje urbano y digital.

    El individuo logró identificar a un agregado legal asistente del FBI adscrito a la embajada de Estados Unidos en Ciudad de México y utilizó su número de teléfono para acceder a registros de llamadas, datos de geolocalización y patrones de movimiento.

    A través del sistema de cámaras de videovigilancia de la Ciudad de México, el hacker pudo seguir físicamente los desplazamientos del funcionario estadounidense y observar con quién se reunía, lo cual permitió al cártel detectar, intimidar e incluso asesinar a informantes o colaboradores del gobierno de EE. UU.

    El informe advierte sobre los peligros de la recolección masiva de datos de localización y la combinación de vigilancia comercial con infraestructura pública, como las cámaras de ciudades inteligentes. Estas herramientas, diseñadas para la seguridad pública, están siendo reapropiadas por organizaciones criminales para rastrear a autoridades, informantes y rivales.

    “El caso revela que la vigilancia técnica ubicua puede ser una amenaza crítica para la seguridad de las fuentes confidenciales, especialmente en entornos donde el crimen organizado tiene poder e infiltración institucional”, señala el informe del Inspector General.

    Sin nombres, pero con implicaciones graves

    Aunque el reporte no menciona nombres concretos del hacker, del agregado del FBI ni de las víctimas, la implicación es clara: el Cártel de Sinaloa logró usar tecnología urbana para desmantelar redes de colaboración con autoridades estadounidenses en territorio mexicano.

    Tanto el Departamento de Estado como el Departamento de Justicia se negaron a comentar públicamente sobre los hallazgos. El FBI y el abogado de “El Chapo” Guzmán tampoco respondieron a las solicitudes de medios estadounidenses.

    Advertencia para los sistemas de inteligencia

    El documento representa una señal de alarma para las agencias de seguridad e inteligencia internacionales, que podrían estar subestimando las capacidades tecnológicas del crimen organizado.

    La vulneración de información confidencial mediante el uso de datos móviles y vigilancia pública resalta la urgente necesidad de reforzar los protocolos de seguridad digital y física de diplomáticos, agentes y colaboradores en misiones internacionales.

    Con esta revelación, queda claro que la guerra contra el narcotráfico también se libra en el ciberespacio, y que los carteles han comenzado a usar herramientas de inteligencia con un nivel de precisión comparable al de agencias gubernamentales.

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