El gobierno chileno anunció este viernes que no seguirá adelante con la compra de la casa del expresidente Salvador Allende para transformarla en un museo, tras enfrentar fuertes críticas de la oposición de derecha. La polémica surgió debido a que el inmueble pertenece, en parte, a la ministra de Defensa, Maya Fernández, nieta del exmandatario.
Razones para abandonar la compra
En un comunicado, el Ministerio de Bienes Nacionales explicó:
«Debido a la actual estructura de copropiedad de la comunidad de herederos del expresidente Allende, se ha determinado que no es posible concretar la adquisición de la residencia del exmandatario».
La vivienda, ubicada en Santiago, pertenece a Maya Fernández y su hermano. Su precio estimado era de 900,000 dólares, según reveló el gobierno al medio Fast Check.
El plan inicial: convertir las casas de Allende y Aylwin en museos
El pasado 31 de diciembre, el gobierno de Gabriel Boric había anunciado su intención de adquirir las residencias de Salvador Allende y Patricio Aylwin (primer presidente tras el retorno a la democracia en 1990) para convertirlas en museos. Según el Ejecutivo, estas iniciativas buscaban preservar el legado de los presidentes democráticos de Chile:
«La vida y obra de los presidentes democráticos son parte del patrimonio del país, y es rol del Estado conservar y difundir su legado», explicó el gobierno en ese momento.
Críticas de la oposición: «Un negocio opaco»
El anuncio desató cuestionamientos por parte de la oposición de derecha, que calificó la transacción como un «negocio opaco» debido al vínculo de la ministra Fernández con la propiedad.
El diputado opositor Gustavo Benavente afirmó:
«Vamos a recurrir a la Contraloría para que se pronuncie respecto a este opaco negocio que involucra a una ministra de Estado y para que paralicen de inmediato el proceso de compraventa mientras se analiza su legalidad».
La vocera de Gobierno, Aisén Etcheverry, había declarado previamente que el gobierno estaba realizando todos los análisis legales necesarios para garantizar la transparencia del proceso, especialmente al tratarse de una transacción con personas que ocupan cargos públicos.
El legado de Salvador Allende y su contexto histórico
Salvador Allende gobernó Chile desde el 3 de noviembre de 1970 hasta el 11 de septiembre de 1973, cuando fue derrocado por un golpe de Estado liderado por Augusto Pinochet. El golpe marcó el inicio de una dictadura que se prolongó hasta 1990 y dejó un saldo de más de 40,000 víctimas de violaciones a los Derechos Humanos, entre torturados, desaparecidos y asesinados, según la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile.
Conclusión
La decisión del gobierno de desistir de la compra de la casa de Allende refleja la complejidad de honrar el legado histórico del expresidente en un contexto político polarizado. Aunque la intención de preservar la memoria democrática fue bien recibida por algunos sectores, el vínculo de la ministra Fernández con el inmueble generó dudas sobre la transparencia del proceso, lo que obligó al Ejecutivo a reconsiderar la iniciativa.
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