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    EE. UU. acusa alianza militar China-Corea del Norte de amenazar el orden del Indo-Pacífico

    Washington advierte que los regímenes de Beijing y Pyongyang se arman a un ritmo sin precedentes, en coordinación con Moscú; urge consolidar una arquitectura de seguridad con Japón y Corea del Sur

    Durante la 22ª cumbre trilateral de jefes de defensa de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, celebrada por primera vez en Seúl, el general Dan Caine lanzó una advertencia directa sobre el “fortalecimiento militar sin precedentes” de China y Corea del Norte. El alto mando estadounidense aseguró que las acciones de ambos gobiernos representan una amenaza tangible para la estabilidad del Indo-Pacífico y subrayó que disuadirlos se ha convertido en una prioridad estratégica para Washington.

    El evento —conocido como Tri-CHOD— reunió a Caine con sus homólogos Kim Myung-soo (Corea del Sur) y Yoshihide Yoshida (Japón). La reunión se centró en coordinar una estrategia regional frente al creciente acercamiento militar entre Pyongyang, Beijing y Moscú, así como los programas nucleares y balísticos de Corea del Norte, que violan acuerdos internacionales vigentes.

    “Corea del Norte y China están avanzando con una agenda armamentista clara. Nuestra tarea es restaurar la disuasión en la región antes de que el equilibrio se rompa”, sentenció Caine en su discurso inaugural.

    Tensión trilateral y advertencias nucleares

    Aunque la declaración oficial conjunta evitó mencionar a China por nombre, el general Caine sí la incluyó al enumerar las amenazas que enfrenta la región. El documento condenó enérgicamente los ensayos nucleares y de misiles norcoreanos, así como los indicios de transferencia de tecnología militar rusa hacia Pyongyang.

    Los jefes militares también expresaron inquietud por reportes sobre la posible presencia de personal militar norcoreano en territorio ruso. Esta triangulación —con Rusia como tercer actor— ha elevado el nivel de riesgo geopolítico en el noreste asiático.

    Durante una reunión bilateral paralela, Caine y Kim abordaron las versiones sobre un eventual retiro parcial de tropas estadounidenses de la península coreana. La inquietud surgió tras declaraciones del presidente Donald Trump, quien recientemente cuestionó la contribución económica de Corea del Sur al mantenimiento de la presencia militar estadounidense en la región.

    Maniobras aéreas y señales de disuasión

    Mientras se desarrollaba la cumbre, las fuerzas aéreas de los tres países realizaron un ejercicio conjunto sobre la península coreana. Participaron aviones de combate F-2 japoneses, KF-16 surcoreanos y un bombardero B-52H estadounidense con capacidad nuclear. Según Seúl, el objetivo fue fortalecer la interoperabilidad aliada ante amenazas estratégicas.

    La última visita de un jefe del Estado Mayor japonés a Corea del Sur ocurrió hace más de 15 años, lo que resalta la relevancia política de este nuevo encuentro. Estados Unidos considera que una cooperación militar estrecha entre Tokio y Seúl es clave para consolidar una arquitectura de seguridad regional frente al expansionismo chino y la agresividad de Kim Jong-un.

    El asesor surcoreano de seguridad nacional, Wi Sung-lac, insinuó que Washington podría usar la revisión de su despliegue en Asia como ficha de negociación en temas comerciales y de defensa.

    EE. UU. insiste: el Indo-Pacífico está en juego

    La próxima reunión del Tri-CHOD se celebrará en 2026 en territorio estadounidense, como parte del esfuerzo por institucionalizar este foro de alto nivel. Para Washington, la seguridad en Asia no es opcional, sino un pilar geoestratégico.

    “La estabilidad regional depende de alianzas firmes y de mostrar que no se tolerarán intentos de cambiar el statu quo por la fuerza”, sostuvo Caine.

    China ha incrementado su presencia naval en el mar del Sur y en el mar Oriental, en paralelo al avance del programa nuclear norcoreano y su estrecha relación con el Kremlin. Este escenario refuerza las alertas de Estados Unidos y sus aliados, que buscan contener una posible coalición autoritaria entre Beijing, Pyongyang y Moscú, con capacidad de alterar el equilibrio global.

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