La primera prueba doméstica de un misil tierra-mar marca un cambio estratégico en la defensa japonesa y busca disuadir la creciente actividad naval de China.
Un giro en la política de defensa del Pacífico
Japón realizó este martes su primera prueba de misiles en territorio nacional, una señal clara de su determinación para reforzar su autonomía militar en medio del aumento de la presencia naval de China en el Mar de China Oriental y otras zonas regionales.
El ejercicio se llevó a cabo en la isla de Hokkaido, al norte del país, donde unos 300 soldados de la 1ª Brigada de Artillería de la Fuerza Terrestre de Autodefensa participaron en el lanzamiento de un misil tierra-mar Tipo-88. El proyectil fue dirigido hacia un barco no tripulado ubicado a unos 40 kilómetros de la costa. Por ahora, las autoridades japonesas aún analizan los resultados técnicos de la maniobra.
Hasta ahora, Tokio había dependido de campos de tiro en Estados Unidos y Australia para este tipo de ejercicios, debido a restricciones de espacio y preocupaciones logísticas. La decisión de ejecutar esta prueba dentro de su propio territorio representa un cambio drástico en su postura de seguridad.
Doble disuasión: frente a China y Rusia
El objetivo inmediato de este ensayo es disuadir a Beijing de continuar con su creciente actividad naval. Pero la preocupación de Tokio también incluye a Moscú. Rusia ha intensificado sus ejercicios conjuntos con China en las proximidades de aguas japonesas y continúa disputando la soberanía de las islas Kuriles, al norte de Hokkaido.
La prueba se da en el contexto de una estrategia de seguridad adoptada en 2022, que considera a China como la mayor amenaza estratégica para Japón. Desde entonces, el gobierno japonés ha promovido un fortalecimiento de sus capacidades de respuesta militar y ha ampliado su cooperación con Estados Unidos, su principal aliado.
El misil Tipo-88, desarrollado por Mitsubishi Heavy Industries, tiene un alcance de 100 kilómetros y forma parte de un arsenal más amplio que Tokio pretende expandir. Japón planea desplegar misiles de crucero Tomahawk comprados a EE. UU. a finales de 2025 y avanza en el desarrollo de misiles Tipo 12, con un alcance de hasta 1,000 kilómetros.
Nueva infraestructura militar en el Pacífico occidental
El Ministerio de Defensa también confirmó que Japón planea construir un nuevo campo de tiro de misiles en Minamitorishima, una isla deshabitada del Pacífico occidental, que ha cobrado relevancia estratégica después de que dos portaaviones chinos fueran vistos operando juntos en esa zona a inicios de junio.
Este despliegue militar coincide con un momento clave en la geopolítica del Pacífico, donde EE. UU., China y sus respectivos aliados buscan consolidar posiciones. Japón, que hasta hace poco restringía severamente el uso de la fuerza, se perfila ahora como un actor con mayor protagonismo militar en la región.
El cambio estratégico de Tokio —de una defensa estrictamente reactiva a una postura más proactiva— deja en claro que la contención china no solo es una prioridad estadounidense, sino también japonesa.
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