El 12 de mayo, María Ercira Contreras, una mujer de 86 años, desapareció en el restaurante Fundo Las Tórtolas, ubicado en Limache, Chile. Lo que debía ser una celebración del Día de la Madre junto a su familia se convirtió en un enigma que ha mantenido en vilo a sus allegados y a las autoridades durante más de siete meses. A continuación, un desglose de los hechos y las teorías que rodean este caso.
El día de la desaparición
Según relatos de sus familiares, el día transcurría con normalidad hasta que María Ercira se levantó para ir al baño. Aunque se desplazaba sola sin problemas, la madre de Rodrigo, esposo de una de sus nietas, decidió acompañarla. Poco después, regresó sola a la mesa. María Ercira no volvió.
La búsqueda inicial incluyó revisiones en los baños, consultas con el personal del restaurante y una búsqueda por los alrededores. Cámaras de seguridad captaron una sombra que se presume era de la mujer en la zona de estacionamientos. Sin embargo, no se halló rastro alguno tras un operativo que involucró a Carabineros, Bomberos, la Policía de Investigaciones (PDI), equipos municipales y voluntarios.
Búsqueda infructuosa en el canal de regadío
El canal de regadío Waddington, ubicado cerca del restaurante, fue considerado una posible pista. La PDI drenó el agua dejando solo 30 centímetros de profundidad y recorrió el área, pero no encontró indicios del cuerpo de María Ercira. Con el tiempo, las investigaciones parecieron estancarse, lo que llevó a la familia a especular sobre una posible intervención de terceros.
Sospechas de la familia y declaraciones públicas
La familia descartó la posibilidad de un accidente, argumentando que María Ercira tenía dificultades para caminar largas distancias o subir pendientes. Carla Hernández, una de las nietas, expresó en entrevistas su sensación de que “las piezas del puzzle no encajan”. Además, recordó una declaración inquietante de una de las dueñas del restaurante: “Yo les recomiendo que se coman el almuerzo que quedó en la cocina, porque esta noche va a ser larga”.
Mensajes alarmantes de un supuesto trabajador
En septiembre, Carla Hernández recibió mensajes de un supuesto trabajador del Fundo Las Tórtolas. Según los textos, los dueños del lugar habrían contratado sicarios para secuestrar a María Ercira y ordenaron borrar las imágenes de las cámaras de seguridad del día de su desaparición. Aunque el individuo no ofreció pruebas de su identidad como empleado, reveló detalles que aumentaron las sospechas de la familia.
Transferencias bancarias tras su desaparición
Días después de la desaparición, se reportaron transferencias de dinero desde la cuenta de María Ercira hacia su nuera, Myriam Ramírez. Carla Hernández aclaró que su madre administraba los fondos de su abuela para cubrir gastos médicos y, tras su desaparición, utilizó el dinero para financiar los costos legales del caso.
Nuevas sospechas dentro de la familia
Recientemente, se filtró una conversación telefónica que apunta a Rodrigo, esposo de Natalia, otra nieta de María Ercira. Según Alfonso, esposo de Carla, Rodrigo y su madre podrían estar implicados debido a comportamientos sospechosos. La conversación también reveló que Rodrigo fue quien hizo la reserva del restaurante con semanas de anticipación, algo que la familia considera inusual.
Un caso sin resolver
A pesar de las diversas líneas de investigación, la desaparición de María Ercira Contreras sigue siendo un enigma. Las sospechas, los testimonios contradictorios y la falta de pruebas contundentes mantienen la incertidumbre en torno a este caso, que ha capturado la atención nacional. Mientras tanto, la familia continúa luchando por mantener viva la investigación con la esperanza de hallar respuestas.
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