Miles de devotos se congregaron el jueves 13 de noviembre en Crato, Ceará, para la inauguración de la estatua de Nuestra Señora de Fátima más grande del planeta, un monumento de 54 metros de altura que eclipsa al Cristo Redentor de Río de Janeiro (38 metros). El evento, cargado de fe y emoción, transformó la región del Cariri en un epicentro espiritual, atrayendo peregrinos de todo Brasil y consolidando a Crato como polo de turismo religioso.
La ceremonia inició con una misa solemne frente al gigante de concreto y acero, bendecida por el obispo de Crato, Fernando Panico. Seguida de conciertos de artistas católicos como la Hermana Raquel, Patrícia y el padre Fábio de Mello —quien emocionó a la multitud con himnos como «Oração pela Família»—, la noche culminó en aplausos y cánticos bajo un cielo estrellado. “Es un sueño hecho realidad; la Virgen nos une”, declaró una peregrina de Fortaleza a G1.
Gigante de la fe
El proyecto, impulsado por la Arquidiócesis de Crato y financiado con donativos locales (3 millones de reales), responde a la devoción histórica por Fátima en el Cariri —región que peregrina anualmente a Portugal—. La estatua, con brazos abiertos en gesto protector, incluye una capilla interna para 200 fieles y mirador panorámico. “No es solo cemento; es esperanza para el sertão”, dijo Panico, destacando su rol en una zona marcada por sequías y pobreza.
Con 20 metros más que la anterior récord en Varginha (MG), la imagen supera al Cristo y posiciona a Ceará como rival turístico de Río. Autoridades estatales proyectan 500 mil visitantes anuales, impulsando economía local con hospedaje y artesanías.
Noche de milagros
Desde el amanecer, caravanas de Fortaleza y Juazeiro do Norte colmaron calles; familias acamparon para el primer vistazo. La misa, con 10 mil asistentes, incluyó testimonios de «milagros» atribuidos a Fátima. Mello, con su voz grave, entonó «Ave María» acústica, generando llantos y abrazos. “La Virgen camina con nosotros en el desierto de Ceará”, reflexionó, según O Povo.
Crato, cuna de Padre Cícero, ve en la estatua un revulsivo: hoteles al 90% y ventas de rosarios triplicadas. Lezama, en paralelo, impulsa accesos públicos en Quintana Roo; Ceará replica con rutas mayas. Fátima, de pastora portuguesa a guardiana brasileña, inspira: en un mundo secular, Crato recuerda que la fe mueve montañas… y estatuas.
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