El primer ministro israelí anunció que solo negociará el fin permanente de la guerra si la organización terrorista depone las armas y renuncia al control político y militar en el enclave palestino.
Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, afirmó este jueves desde Washington que solo aceptará negociar un alto el fuego permanente en la Franja de Gaza si se logra la desmilitarización total del territorio palestino. Explicó que esta condición será parte de la tregua de 60 días propuesta por los mediadores, mientras las delegaciones de Israel y Hamas mantienen conversaciones indirectas en Doha para alcanzar un acuerdo que detenga el conflicto iniciado el 7 de octubre de 2023.
Condiciones para la tregua y postura israelí
Durante un video comunicado tras su visita al presidente estadounidense Donald Trump, Netanyahu afirmó que su gobierno exige que Hamas entregue las armas y renuncie a cualquier poder político o militar en Gaza. “Al inicio del alto el fuego, comenzaremos negociaciones para terminar la guerra definitivamente”, dijo el mandatario. Advirtió que si en esos 60 días no se llega a un acuerdo, Israel recurrirá “a otros medios, usando la fuerza de su heroico ejército”.
La propuesta actual contempla una tregua de 60 días a cambio de liberar la mitad de los aproximadamente 20 rehenes vivos que aún están en Gaza. Durante ese periodo, las partes discutirán si la pausa temporal puede convertirse en un alto el fuego definitivo, con la desmilitarización como punto clave. Si no logran un acuerdo, la tregua podría extenderse hasta definir el “día después”.
Netanyahu justificó la duración de la operación en Gaza debido a la “presencia de miles de combatientes armados” y calificó la ofensiva israelí como “una de las más brillantes de la historia”. Además, subrayó la intención de liberar a los rehenes “de la mejor manera posible”.
El ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Saar, desde Viena, anunció que el gobierno israelí está dispuesto a ofrecer “libre tránsito al exilio” para los líderes de Hamas que permanezcan en Gaza. Esta medida busca facilitar el fin del conflicto. Saar comparó esta situación con la salida de la Organización para la Liberación de Palestina de Beirut en 1982 y expresó dudas sobre entregar el control de Gaza a la Autoridad Nacional Palestina (ANP). “No daremos control a una entidad sin respaldo popular, que no domina Cisjordania y que aún paga salarios a terroristas”, declaró.
Negación de expulsiones forzosas y situación de los rehenes
Saar negó que Israel tenga planes de expulsar por la fuerza a la población palestina y explicó que los desplazamientos internos responden a “medidas de protección durante los combates”. Afirmó que cualquier salida debe ser voluntaria y dependerá de la disposición de terceros países para recibir a los palestinos.
Actualmente, unos 50 rehenes israelíes permanecen en Gaza, de los cuales se cree que 20 están con vida. La propuesta de intercambio contempla liberar a algunos de estos rehenes vivos y entregar los restos mortales de otros, a cambio de un número indeterminado de prisioneros palestinos en cárceles israelíes.
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