Ucrania vivió una de las noches más intensas de bombardeos desde el inicio de la invasión rusa, con el lanzamiento de 322 drones por parte del Kremlin. Las defensas aéreas ucranianas lograron interceptar 292 de estos aparatos, en un operativo que abarcó varios frentes y expuso la creciente dependencia de Moscú en sistemas no tripulados.
La Fuerza Aérea de Ucrania informó que el ataque comenzó alrededor de las 20:00 horas del viernes y se prolongó durante toda la noche. Los drones incluían modelos Shahed con carga explosiva, así como réplicas sin carga utilizadas para saturar los sistemas defensivos. Los lanzamientos se efectuaron desde varias zonas rusas, como Briansk, Kursk, Oriol, Mílerovo, Primorsko-Ajtarsk y Shatálovo.
Según el parte oficial, 157 drones fueron derribados mediante armamento convencional y 135 fueron neutralizados gracias a la guerra electrónica o quedaron fuera de servicio por pérdida de señal. “La dirección principal del ataque fue la ciudad de Starokonstiantíniv, en la región de Jmelnitski”, detalló la Fuerza Aérea a través de Telegram.
Ucrania responde con ataques aéreos y acusa a Rusia de «terrorismo nuclear»
El operativo ruso dejó daños en al menos cuatro localidades ucranianas, mientras que los restos de drones interceptados causaron afectaciones en seis zonas más. Pese a ello, la defensa ucraniana se activó con el despliegue de aviación, misiles antiaéreos, guerra electrónica y unidades móviles de respuesta.
En paralelo, las autoridades de Zaporizhzhia reportaron 469 ataques rusos durante la madrugada, que incluyeron 279 drones, 170 ofensivas de artillería, 14 bombardeos con misiles MLRS y siete ataques aéreos sobre once asentamientos. El saldo fue trágico: un hombre de 84 años falleció y otras dos personas —un niño de 10 años y un adulto de 54— resultaron heridas en el distrito de Vasilivka.
Golpes estratégicos de Kiev contra bases militares rusas
El ministro de Energía de Ucrania, German Galushchenko, denunció que la central nuclear de Zaporizhzhia —controlada por las fuerzas rusas— quedó sin conexión externa durante tres horas y media. Calificó el incidente como “un acto de terrorismo nuclear”, subrayando los riesgos de seguridad que implica para Europa.
Mientras tanto, Ucrania llevó a cabo un contraataque en la región de Donetsk, con un bombardeo exitoso contra un centro de mando ruso. Las Fuerzas Armadas ucranianas aseguraron que esta operación compromete seriamente la capacidad de Rusia para coordinar sus acciones en la región, parcialmente ocupada.
A esto se sumó otro ataque contra la base aérea rusa de Borisoglebsk, en la región de Voronezh. Según el Estado Mayor ucraniano, se logró impactar un almacén de bombas aéreas, así como aviones de combate Su-34, Su-35C y Su-30CM que eran usados en los bombardeos sobre Ucrania.
Aunque el Ministerio de Defensa ruso reconoció el ataque con drones, evitó dar mayores detalles. Algunos medios de comunicación rusos reportaron explosiones en la zona, mientras que residentes locales confirmaron detonaciones en el cielo. El gobernador regional, Aleksandr Gusev, se limitó a informar sobre “ciertos daños”.
En respuesta, Moscú afirmó que sus sistemas de defensa destruyeron 94 drones ucranianos durante la misma noche en distintas regiones, destacando la interceptación de 34 en Vorónezh, 11 en Briansk y nueve en Bélgorod y Sarátov.
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