Ucrania vivió su noche más intensa desde el inicio de la guerra con Rusia: una oleada masiva de drones y misiles balísticos alcanzó la capital y otras regiones del país, dejando al menos 23 personas heridas y provocando daños materiales significativos. Las autoridades de Kiev calificaron el ataque como el más brutal desde febrero de 2022.
El bombardeo comenzó hacia las 21:30 horas del jueves y se extendió hasta la madrugada del viernes, con varias oleadas sucesivas. Según el alcalde Vitali Klitschko, 15 personas fueron hospitalizadas y otras cinco recibieron atención ambulatoria por heridas causadas por fragmentos, explosiones o incendios. Los distritos más afectados en la capital fueron Solomyanskyi, Svyatoshynskyi, Darnytskyi, Dniprovskyi y Shevchenkivskyi.
Fragmentación, incendios y zonas restringidas
Las defensas antiaéreas ucranianas lograron interceptar 478 de los 550 proyectiles rusos, según el Estado Mayor de la Fuerza Aérea. Sin embargo, 63 drones y nueve misiles lograron impactar en zonas urbanas y periurbanas. Entre ellos se encontraban modelos Shahed, Iskander-M y al menos un misil hipersónico Kinzhal.
El jefe de la Administración Militar de Kiev, Timur Tkachenko, confirmó que se registraron incendios en techos, vehículos incendiados y daños en viviendas. Algunos restos de drones cayeron cerca de escuelas y edificios residenciales, lo que obligó a acordonar áreas por riesgo de detonación. «Hay una alta concentración de productos de combustión en el aire. Pedimos a la población no tocar fragmentos ni restos de artefactos», dijo en un mensaje urgente.
Un ataque que afecta relaciones internacionales
La Embajada de Polonia en Kiev sufrió daños estructurales menores, según informó Varsovia, lo que eleva la tensión diplomática entre la OTAN y Moscú. El Ministerio de Defensa ucraniano consideró el ataque como «un intento de paralizar la moral civil en la antesala de nuevas negociaciones internacionales».
Este bombardeo masivo coincidió con una llamada telefónica entre el presidente Donald Trump y su homólogo ruso Vladímir Putin. Aunque no se revelaron muchos detalles, Trump confirmó que «no hubo avances» hacia un alto al fuego y que la conversación fue «larga y frustrante». Desde el Kremlin, el asesor Yuri Ushakov aseguró que «Rusia no renunciará a sus objetivos militares ni geoestratégicos».
Presión sobre Kiev en el frente y en la diplomacia
Los analistas en Europa consideran que este ataque masivo tiene un doble propósito: probar la resistencia del sistema de defensa ucraniano e incrementar la presión política interna y externa. «Este nivel de agresión aérea busca desgastar la opinión pública y dividir a los aliados de Ucrania», señaló el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) con sede en Washington.
Por su parte, Alemania instó a China a usar su influencia sobre Rusia para que retome el diálogo diplomático. Hasta el momento, Pekín no ha emitido una reacción formal al bombardeo.
Según datos preliminares, este fue el ataque con mayor volumen de drones y misiles lanzados en una sola operación desde la invasión rusa en febrero de 2022.
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