La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, descartó este jueves la posibilidad de alcanzar un acuerdo comercial detallado con Estados Unidos antes del 9 de julio, cuando expira la tregua arancelaria entre ambos bloques. En su lugar, Bruselas buscará únicamente un principio de entendimiento con la administración del presidente Donald Trump.
Desde Aarhus, Dinamarca, donde compareció junto a la primera ministra Mette Frederiksen, Von der Leyen subrayó que la complejidad de la relación comercial transatlántica, valorada en más de 1.5 billones de euros, impide concretar un acuerdo integral en tan corto plazo. «Estamos listos para una solución negociada, pero no a costa de los intereses europeos», señaló.
Europa se prepara ante posible ruptura
El comisario de Comercio, Maros Sefcovic, mantiene reuniones en Washington con funcionarios clave del gobierno estadounidense como el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y los representantes comerciales Jamieson Greer y Howard Lutnick. Mientras tanto, Von der Leyen dejó claro que Bruselas se prepara también para un escenario sin acuerdo.
Entre los temas más delicados están los aranceles del 25 % al 50 % que EE. UU. ha aplicado al acero, aluminio y automóviles europeos. La Comisión Europea ha exigido la reducción de estas barreras para avanzar en las conversaciones. A cambio, estaría dispuesta a aceptar un arancel del 10 % sobre ciertas exportaciones, siempre que sectores estratégicos como el farmacéutico, aeronáutico y tecnológico obtengan condiciones favorables.
Tensiones comerciales al límite
Fuentes cercanas al proceso revelaron que la propuesta estadounidense favorece desproporcionadamente a sus industrias, lo que ha generado resistencia dentro de algunos países de la UE. Además, el bloque europeo reclama establecer mecanismos de compensación y equilibrio que impidan una distorsión de los flujos comerciales.
Bruselas ha advertido que la falta de un acuerdo podría llevar a la reactivación de aranceles que desde hace años han afectado las exportaciones europeas. Von der Leyen aseguró que su equipo negociador no cederá en sectores clave y recordó que el objetivo es proteger a los consumidores y a las empresas del continente.
Las conversaciones seguirán a puerta cerrada hasta el 9 de julio. Si no se alcanza un consenso, se abre la posibilidad de una nueva escalada comercial que afectaría tanto a empresas estadounidenses como europeas, justo en medio de una economía global aún frágil tras la pandemia.
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