La diputada española del Partido Popular (PP), Cayetana Álvarez de Toledo, desató controversia este 12 de noviembre al defender en el Congreso de los Diputados la Conquista de México como un acto de «civilización» que merece «agradecimiento», no disculpas, y arremetió contra la presidenta Claudia Sheinbaum por su «política de abrazos a los narcos».
En un pleno sobre relaciones bilaterales, Álvarez replicó al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, quien reconoció «dolor e injusticias» por abusos coloniales, exigiendo: «Que ella [Sheinbaum] pida perdón a los mexicanos y a la viuda de Carlos Manzo», el alcalde de Uruapan asesinado el 1 de noviembre.
“Aquella España sólo merece agradecimiento, por aliarse con los bravos tlaxcaltecas para derrocar una tiranía que practicaba el canibalismo, por construir universidades en el páramo y hospitales en la selva”, argumentó Álvarez, destacando leyes que reconocían derechos indígenas, prohibían esclavitud y promovían mestizaje sobre segregación. “Por forjar la hispanidad, una impresionante comunidad cultural, lingüística y moral”, añadió, concluyendo: “Hace 500 años la civilización avanzó en América y sigue avanzando, a pesar de sus enemigos”.
Sus palabras, grabadas en video, viralizaron en México con críticas por minimizar genocidios y saqueos, pero apoyo de sectores conservadores vinculados al PAN y Felipe Calderón —quien reside en España desde 2022—.
Heridas abiertas
La intervención de Álvarez resurge en un contexto de tensiones: las relaciones México-España están en «pausa» desde 2019, cuando Andrés Manuel López Obrador envió una carta al rey Felipe VI solicitando disculpas por agravios de la Conquista —masacres, esclavitud y destrucción cultural—. El rechazo español, calificado de «desprecio», escaló en 2022 con acusaciones de AMLO a empresas ibéricas por «abusos económicos», limitando diálogos a mínimos.
Sheinbaum, en su mañanera del 27 de octubre, reiteró: “Mantenemos relaciones, pero esperamos el perdón por el pasado colonial”. No invitó a Felipe VI a su investidura, decisión que Madrid tildó de «inaceptable», optando por ausentarse. Gestos como premios Princesa de Asturias al Museo Nacional de Antropología (Concordia) y Graciela Iturbide (Artes) en 2025 —y exposiciones precolombinas— intentan puentes, pero Sheinbaum los ve como «pasitos» insuficientes.
Pedro Sánchez, en El País del 9 de noviembre, priorizó la normalización: “Es prioritaria; requiere discreción”. Albares, en el Congreso, reconoció «injusticias», pero el PP —con Álvarez como voz anti-«woke»— lo acusa de «vergüenza histórica».
La «pausa» —no ruptura formal— limita cooperación: comercio bilateral cayó 5% en 2025, pese a 4,000 millones en inversión española. Sánchez busca diálogos en 2026; Sheinbaum, reparación. Mientras Álvarez celebra «hispanidad», México clama memoria: ¿amistad o deuda pendiente? El Congreso español y Palacio Nacional observan.
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