La ofensiva arancelaria lanzada esta semana por el presidente Donald Trump, que incluyó un impuesto base del 10% a todas las importaciones y aranceles específicos del 25% sobre sectores clave, ha desatado una cadena de represalias por parte de los principales socios comerciales de Estados Unidos. Aunque el impacto en los mercados fue inmediato, las respuestas aún evolucionan, en un clima de incertidumbre global que amenaza con intensificar una nueva guerra comercial mundial.
La administración Trump justificó estas medidas alegando déficits comerciales insostenibles y «prácticas desleales» por parte de sus socios, aunque la comunidad internacional y varios expertos han advertido que la estrategia puede tener consecuencias contraproducentes tanto para la economía estadounidense como para el comercio global.
A continuación, un repaso por las principales represalias y los países involucrados:
China: reacción rápida y contundente
- Déficit con EE. UU. en 2024: -295.400 millones de dólares
- Arancel de represalia: 34% sobre todos los productos estadounidenses (vigente desde el 10 de abril)
China fue el primer país en reaccionar al anuncio de Trump, igualando de forma inmediata los nuevos aranceles con una tasa espejo del 34%. Además, durante los últimos meses ya había impuesto aranceles adicionales de entre 10% y 15% sobre bienes como carne de cerdo, soja, gas natural licuado y automóviles de gran cilindrada, afectando directamente a los sectores agrícolas y manufactureros de estados clave que votaron por Trump en las últimas elecciones.
Con estas medidas, China busca golpear donde más duele políticamente, mientras utiliza otros recursos estratégicos como restricciones a metales raros y sanciones a empresas estadounidenses en territorio chino.
Canadá: represalias estratégicas, pero controladas
- Déficit con EE. UU. en 2024: -63.300 millones de dólares
- Aranceles de represalia: 25% a productos de acero, aluminio y vehículos importados
Aunque excluido de los nuevos aranceles generalizados, Canadá ya había aplicado represalias tras las decisiones de marzo. El primer ministro Mark Carney confirmó aranceles del 25% sobre vehículos estadounidenses y reforzó tarifas sobre acero y aluminio, afectando más de 21.000 millones de dólares en productos.
Canadá optó por medidas dirigidas, evitando una escalada mayor, aunque advirtió que está dispuesto a intensificar su respuesta si Estados Unidos impone nuevos gravámenes.
Unión Europea: preparativos para una respuesta escalonada
- Déficit con EE. UU. en 2024: -235.600 millones de dólares
- Represalia en curso: Aranceles sobre 28 mil millones en exportaciones estadounidenses
La Unión Europea se mantiene cautelosa pero firme. La Comisión Europea ha preparado una lista de 99 páginas de productos estadounidenses susceptibles de ser gravados, entre ellos soja, carne, electrodomésticos, chicles y bebidas alcohólicas. La mayoría de los productos seleccionados provienen de estados clave para el Partido Republicano.
Funcionarios en Bruselas confirmaron que planean represalias por fases, aunque mantienen abierta la puerta al diálogo comercial con Washington para evitar un conflicto mayor.
México: excluido, pero atento
- Déficit con EE. UU. en 2024: -171.800 millones de dólares
- Aranceles de represalia: En respuesta a medidas previas, México enfrenta aranceles del 25% en autopartes y bienes que no cumplen con el T-MEC
México, al igual que Canadá, fue excluido del paquete más reciente gracias al Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). Sin embargo, enfrenta desde marzo aranceles del 25% en productos que no cumplen con las reglas de origen del tratado, además de otros sobre acero y aluminio.
La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum calificó la relación bilateral como respetuosa y reafirmó el compromiso de México con las normas del T-MEC, aunque no descartó tomar medidas si Estados Unidos decide ampliar las restricciones.
Un escenario en evolución
La Oficina del Censo de Estados Unidos y la Organización Mundial del Comercio reportan que la estructura de aranceles previos a esta nueva ola ya era diversa, con promedios que oscilaban entre el 1.7% en la UE y el 5.7% en México. La introducción de tarifas del 10% al 34% marca una ruptura significativa con el sistema multilateral vigente desde la posguerra.
Los analistas advierten que la insistencia de Trump en reducir los déficits mediante barreras comerciales podría disparar la inflación, encarecer las cadenas de suministro y afectar el empleo industrial.
Al mismo tiempo, se multiplican los llamados al diálogo por parte de economías afectadas, mientras crece el temor de que el conflicto se amplíe a sectores tecnológicos, energéticos y financieros.
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